Cinco payasas haciendo teatro clandestino. Básicamente, este es el argumento. Es el fondo de la cuestión que sostiene esta obra de teatro. Ellas representan libérrimamente tres dramas de Shakespeare y, durante la representación, los espectadores somos sus cómplices, ¡jugando al bingo!, para justificar nuestra presencia (¿ilegal?) en ese teatro y, de paso, naturalmente, también la suya. El responsable de esta sorprendente locura es Hernán Gené. Idea, como es habitual en sus producciones, un trabajo teatral muy físico: las actrices se mueven continuamente, saltan, bailan, cambian de traje y de personaje y hasta realizan números circenses en un trapecio y en unos cortinajes colgantes, Todo está barnizado por el humor, que es la piedra angular de la representación. Continuamente se producen […]