¿De qué manera han conseguido estas cuatro mujeres en escena hacerme reír si todo lo que ocurre podría ser un dramón? Como aún no me lo explico, recomiendo ir a ver esta obra de teatro.
Yo, después de verla, estoy preparada para cumplir algún sueño que ya daba por imposible, a tomarme los problemas con una sonrisa (mejor, una carcajada). Y me han entrado unas ganas locas de hacer un viaje con mis amigas más fieles: ¿al Fitz Roy?