La fortaleza es un trabajo honesto, destilado, sencillo y a la vez caleidoscopico, es un trabajo de texto y de palabra depurado. Te inmoviliza y te revuelve al mismo tiempo. Lucía Carballal, escribe con una gran inteligencia. A partir del diálogo con El castillo de Lindabridis (también programado en el Teatro de la Comedia), se plantea cuál es ese puente que podemos tender, si es necesario hacerlo, la relación con el padre, y con el mundo divino del verso que busca esa forma elevada de estar en la vida. Lucía, en su texto, capa sobre capa, nos muestra que lo personal es político, pero de una forma suave, sincera, e implícita en la puesta en escena y en la aparición de actrices que se relevan en el teatro y en la vida. La relación entre lo terrenal, la vida cotidiana, nuestra forma de hablar en prosa y lo divino, lo elitista de la cultura, la rima y la métrica. Es un ejercicio de descubrimiento como espectadora en ese viaje entre dos mundos con todas sus dicotomías y las paradojas que ello encierra. La escenografía es como su puesta en escena: aparentemente mínima, sencilla, pero contenedora de todos los temas y preguntas que la obra abre. La interpretación es sublime con unas actrices que son titanas de la escena y del teatro clásico, creadoras de sentido en cada verso de Calderón, abren mundos y evocan toda relación entre dos lugares. Habitan ese limbo de espera y añoranza por un padre. Ellas, con su propia presencia también encierran los dilemas de la obra misma, en un dominio y sabiduría por la palabra y las tablas y el relevo generacional. La fortaleza es un lugar al que acudir para refugiarnos, volver a sentir el teatro y todas las preguntas que nos tiene que hacer.
Entre lo terrenal y lo divino
Lucía Carballal: La fortaleza
29/02/2024 - Teatro de la Comedia