Desde que se levanta el telón niños y mayores nos quedamos con la boca abierta. El escenario en dos alturas da mucho movimiento y hace muy divertido el espectáculo.
Este musical se disfruta desde el niño más pequeño al abuelo más mayor, ya que las voces en directo y el vestuario llenan el teatro de alegría y color haciendo que el público lo pase en grande. Las canciones nos hicieron vibrar en nuestros asientos y el final del espectáculo nos levantó para bailar la mítica canción «yo quiero marcha marcha».
Los personajes nos llevarán de viaje desde Central Park hasta Madagascar, pasando múltiples aventuras en estaciones de tren, en las calles de la gran ciudad e, incluso, en el barco. Todo ello es recreado en el escenario de forma mágica gracias a una puesta en escena maravillosa.
No dejéis de visitar el teatro la latina para ver este espectacular musical.