Una aventura maestra

Malvivir

Malvivir
02/05/2022

Malvivir es la nueva propuesta de Ay Teatro, una nueva brillante dramaturgia de Álvaro Tato y la siempre eficaz y magnífica dirección de Yayo Cáceres. Y por si esto no fuera poco, dos bestias escénicas son las protagonistas de un viaje espectacular por la picaresca femenina.

La picaresca es la gran literatura de creación española. Por todos es bien conocido Lázaro de Tormes o el buscón don Pablos del brillante Quevedo, pero no sucede lo mismo con las pícaras. Sí, pícaras porque también las hubo. Y es desde aquí desde donde ha partido el dramaturgo Álvaro Tato. La original y perspicaz Elena de Paz nace a partir de las consideradas hijas de la alcahueta y vieja Celestina. Así, en el espectáculo están presentes fragmentos de obras como La hija de Celestina de Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, La niña de los embustes de Alonso de Castillo Solórzano, La pícara Justina de Francisco López de Úbeda, tres letrillas y un romance de Francisco de Quevedo. Teniendo en cuenta nuestro acervo, Tato ha entretejido una composición ingeniosa, fresca, dolorosa y doliente en la que la propia voz de Elena de Paz es la que guía el espectáculo. Álvaro Tato ha creado el mundo complejo y humano de Elena de Paz, el cual te sumerge en un viaje de sensaciones que te hace ir de la carcajada al llanto.

La dirección funcional y sencilla en la que todo se transforma y donde la metonimia ocupa un lugar principal. El espectáculo presenta un espacio escénico esencial y metonímico que está caracterizado por la síntesis de elementos, aprovechamiento máximo de las posibilidades del juego teatral con gran peso de la fisicidad. El gran talento y versatilidad de Marta Poveda y Aitana Sánchez-Gijón hacen posible de forma brillante la ejecución de una obra compleja de relojería. Las dos representan a la pícara en distintas etapas de su vida y a otros muchos personajes más en una consecución de escenas con ritmo trepidante y transformación constante del espacio a través de sus cuerpos y expresiones. Dos actrices soberbias que fusionan sus talentos para impregnar de maestría y luz un espectáculo imprescindible. La música tocada en directo durante toda la obra por un rabelín junto con las canciones que son vehículo narrativo de la historia redondean una propuesta escénica de buen hacer teatral espectacular.

La obra nos muestra una visión tragicómica del siglo XVII, una reflexión sobre la libertad y la supervivencia y un rescate de la literatura picaresca femenina del Barroco. Sin embargo, es también una verdadera fiesta viva con música en directo de nuestra mejor literatura. Una obra que desde la esencia de nuestros pícaros nos remueve y nos recuerda la importancia de nuestra voz y nuestra libertad.

← Volver a Malvivir

¡Enlace copiado!