Comedia sin título es la obra inconclusa de Lorca y de la cual solo se conoce su primer acto, puesto que fue asesinado antes de poder acabarla.
En ella, Lorca nos hace debatirnos sobre la verdad del teatro y su función en la sociedad, reivindica un teatro revolucionario, con un contenido social y lleno de verdades incómodas.
Un texto cargado de poesía y lleno de intenciones que Marta Pazos sabe exponer en los siguientes actos llevando a cabo una puesta escénica performática que revoluciona y, en ocasiones, incómoda, obligando al espectador a mirar una realidad llena de simbolismos que atrapa y llega hasta lo más hondo cortando la respiración del público.
Marta Pazos combina todas las artes desde la música clásica y experimental hasta la danza mayormente contemporánea y algo de krump. A lo largo de la función se crean imágenes muy potentes con una escenografía y vestuario exquisito que se ve complementado con un espacio lumínico y sonoro capaz de embargar los sentidos.
En cuanto al reparto, el elenco formado por catorce actores, funcionan como un todo, movimientos medidos y sincronizados que hipnotizan y con un trabajo corporal digno de admiración. No hay duda que se dejan la piel en el escenario y que se abren ante la mirada del público permitiéndonos sentir su vulnerabilidad y su fortaleza.
Como broche de oro, destacar el último acto que hace homenaje a la parte técnica del teatro, a ese mundo que se esconde entre bambalinas.
Comedia sin título es una obra que todo amante del teatro debería ver.