Paella tiene como eje principal la igualdad del hombre y la mujer, desde una perspectiva cómica, pero su esencia va más allá. David Fernández «Fabu», el autor, nos traslada las inseguridades y miedos que la paridad comporta tras siglos de hegemonía en el poder. Un punto de vista masculino marcado por la hipérbole, a lo Woody Allen.
En este juego teatral que gira en torno a una paella, con su doble significado culinario y dedicatorio, el público es partícipe de ese pulso que solo es vivible en las tablas del teatro. Nerea Moreno y el propio autor, que encarna al co-protagonista, rompen la cuarta pared haciendo partícipe al público de la propia trama. Es una experiencia gastroescénica, porque se pone en juego el olor y el gusto que se activa a través de él. Un toque sensorial que se intercala con risas a lo largo de toda la obra.
Nerea nos representa. Una mujer con carácter, hastiada de un mundo machista en el que su talento se ha visto frenado por el entramado del poder. Porque no nos engañemos, pero en este país, en el que pudimos empezar a votar hace poco menos de 100 años, todavía queda mucho que recorrer en el camino a la igualdad. Y Nerea traslada a través de su personaje con carácter y verdad una magnífica interpretación.
Vayan a verla, dense ese gusto.