Cuando uno va al teatro sin saber qué es lo que va a ver siempre hay un riesgo. Menos cuando vas a ver un espectáculo de Yllana, que siempre cumple de sobra con las expectativas del espectador. Hablemos de esta obra en particular. PaGAGnini. ¿Es teatro? ¿Es un concierto? Pues sí. Y sí. Y muchas otras cosas. Pero en resumen, es un despliegue de talento a muchos niveles, donde los actores dicen tanto (sin hablar más que tres palabras en toda la obra, algunas ni siquiera en castellano) que no es necesaria ni la escenografía, porque el foco está siempre en ellos.
Un amigo, cuando le dije que iba a ver este espectáculo, me dijo «Hay uno que es un virtuoso del violín». A mí, que no toco ni a la puerta, me pones a un niño de siete años tocando el Tamborilero desafinado con la flauta mientras se sorbe los mocos y ya le veo el mérito. Pero es que estos tíos son de otro mundo. Deja tú que haya momentos en los que prácticamente están tocando el Canon de Pachelbel al mismo tiempo que hacen crossfit (una media de 3 kilos de grasa por función seguro, y yo gastando mi dinero en un nutricionista), pero es que la precisión y sincronía entre ellos es tal que son capaces de emocionar con el resultado musical a cualquiera. Y no hay que ser un entendido en música clásica para disfrutarlos. Así no hayas terminado la primaria y tu referente del talento musical sea C Tangana, te aseguro que vas a apreciar las piezas que tocan. Y la música no viene sola, porque el tempo cómico y la cuidada gestualidad de los intérpretes junto con una dirección impecable te saca las risas durante los 80 minutos que dura el espectáculo, aunque vengas directamente de hacer la declaración de la renta.
Me viene la pregunta de cómo a alguien se le ocurre crear un espectáculo cómico a partir de algo tan aparentemente serio como es un cuarteto de cuerda de música clásica. Pero es que esta gente de Yllana tienen la capacidad de crear comedia desde la etiqueta nutricional del Nescafé o del prospecto de un medicamento contra el estreñimiento. Siempre he salido de sus espectáculos contenta a la par que confusa. Nunca sé quiénes integran la compañía, porque cada show que veo de ellos está compuesto por actores aparentemente diferentes que me dejan con la boca abierta. Debe ser que ellos viven en un universo donde es fácil encontrar gente con talento. Y me hacen preguntarme…si es tan sencillo encontrar hombres con talento cómico que además sean increíbles músicos…¿por qué luego Tinder está lleno de escaladores, modelos de espejo de baño y ciclistas de domingo? Lo dicho. Un universo diferente.