Revisitar a Federico García Lorca en cualquiera de sus manifestaciones artísticas: teatro, poesía, textos, biografías, reportajes, homenajes, dibujos no solo es un deber; es un derecho porque nos enriquece, nos nutre, nos alimenta, nos enseña y nos invade cada poro de nuestra piel.
En este montaje buceamos dentro de «Poeta en Nueva York» para salir a flote con las ideas, sentimientos, dudas y aciertos de Lorca de la mano del protagonista Jesús Torres, que con un trabajo titánico consigue arrastrarnos a ese poemario sublime. También se alternan cartas enviadas a sus padres durante su estancia en América; sus relaciones y los descubrimientos de esa cultura. De Fuente Vaqueros a Nueva York el cambio fue impactante y no siempre para bien…
La obra es una montaña rusa de emociones y experiencias. La puesta en escena es una amalgama de estímulos que nos ayudan a situar la acción. La iluminación es portentosa y nos ubica en cada espacio y estado de ánimo ayudada por la música y los videos.
Si hay que decir algo menos positivo diría que hay escenas un poco largas sin necesidad, pero se puede disculpar debido a la energía de la obra e intensidad que hace que disfrutemos de cada palabra y de cada momento.
Ver este montaje es una experiencia única que hay que vivir. Hay que ir y disfrutarla. Lorca lo merece.