“Polvo de diamante” no es solo una obra de teatro, es una reflexión necesaria y una maravilla escénica.
Es difícil encontrar palabras que le hagan justicia. Pau Coya crea un texto inteligente y valiente, basado en un caso real en 2021, y Nelson Valente lo dirige con una sensibilidad abrumadora.
Dafnis Balduz y Albert Salazar están increíbles. Con una entrega total, ambos actores consiguen que cada espectador conecte con los personajes, que se cuestione, se emocione y se vea reflejado, aunque sea por un momento. La obra reflexiona sobre las contradicciones humanas, el dolor del estigma, el juicio social y el impacto de lo mediático, sin caer en lo obvio ni en el dramatismo.
Todo está medido al milímetro: la iluminación, los silencios, la puesta en escena… cada elemento suma, elevando el resultado a algo verdaderamente conmovedor.
“Polvo de diamante” te obliga a pensar y te deja con una pregunta en la cabeza: ¿qué pasa cuando la verdad se vuelve difusa? Una obra absolutamente imprescindible que hay que vivir y sentir.