Pau Coya escribió Polvo de diamante en el IX Torneo de Dramaturgia de las Islas Baleares basándose en un caso real que tuvo lugar a Madrid en 2021. Estigma y linchamiento mediático van de la mano en esta pieza. Una historia inspirada o basada en hechos reales. Un viaje de emociones en plena montaña rusa.
Hablamos de las agresiones Lgtbi-fóbicas. No es fácil, y más si ponemos en duda… ¿esta denuncia es falsa? ¿Y si ha sido una vi*laci*n donde has perdido el conocimiento? La víctima se vuelve culpable. Y ¿si la víctima es un ‘chapero’? “Polvo de diamante” te hace responder cada cuestión y vuelve con un nuevo escenario. Muchas preguntas que te hacen repensar en cada giro de la obra lo que piensas del personaje principal.
Es una obra ágil, que en determinados momentos interpelan a los espectadores. Además, el trabajo de Dafnis Balduz y Albert Salazar es fantástico. Salazar hace un ejercicio fenomenal, mientras que Dafnis va representando diferentes personajes de la historia.
La obra remarca desde el principio que las denuncias falsas de ataques homófobos suponen el 0,084% del total de denuncias. Aunque inicialmente la obra habla de uno de estos 0,084% de los casos, vemos que al final la denuncia no tendría que ser de ataque homófobos si no de otro tipo.
La obra nos habla de las agresiones LGTB-fóbicas; no obstante, también de la prostitución masculina, de las relaciones, si una denuncia falsa desacredita las otras denuncias, los medios públicos ante las agresiones, de la víctima que al final resulta ser el culpable de lo que le ha pasado… Muchos temas abiertos y que te dejan con preguntas abiertas y para reflexionar sobre lo que pensabas hasta ahora sobre estos temas.
Es de aquellas obras que se tienen que reflexionar. No es una obra fácil, de aquellas para pasar el rato. Es de aquellas que te dejan las preguntas abiertas para contestarlas al salir del teatro. Id.