Tres mujeres y un destino

Puntos suspensivos

Puntos suspensivos
23/08/2018

Un título sugerente, tres actrices y un decorado minimalista. Puntos suspensivos explora el universo femenino y las emociones a partir de las conversaciones entre Sofía, Mara y Violeta, tres mujeres muy diferentes que coinciden en la sala de espera de un hospital.

La lluvia cae, limpiando todo a su alrededor, y las tres protagonistas se van conociendo, sincerando, confesando y abriendo ante el espectador, desvelando sus recuerdos y vivencias del pasado y sus preocupaciones y planes de futuro, se complementan, se entienden, comparten opiniones sobre el feminismo, la prostitución, la maternidad y la vida, se nutren de las desgracias, propias y ajenas, y reflexionan sobre este encuentro fortuito. Y es que, como bien dice Sofía, quizá no sea una situación extraña, quizá simplemente sean humanas.

El espectáculo combina momentos hilarantes con filosofadas, risas que preceden al llanto, y deja claro que las apariencias engañan. Las conversaciones fluyen con naturalidad: de la más pura banalidad pasamos a los más profundos miedos. El tiempo y la esperanza son los temas claves de este montaje. Almería y París se alzan como lugares comunes y soñados, y el tiempo se detiene mientras bailan y cantan La vie en rose.

Las tres actrices protagonistas aportan a sus personajes la singularidad y complejidad que requieren y su magnífico trabajo avala este montaje. En este sentido, destaca la iluminación, que potencia la expresión facial de las protagonistas, transmitiendo matices de los personaje que, de otra manera, pasarían inadvertidos. No es fácil mantener al público en vilo durante una hora y cuarto y ellas lo consiguen de sobra. Cuatro sillas para tres puntos suspensivos, para tres personajes que terminarán por ganarse el cariño del espectador, y un final inesperado.

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