Dos divas en horas bajas comparten rodaje de un film que pasará a ser mítico por la rivalidad entre ambas, ¿Qué pasó con Babe Jane? Relación de armas tomar en la pantalla y detrás, que ha dado lugar artículos, libros, la serie “Feud”…
En un día de rodaje, afloran, sin disimulos, aunque bajo una divertida y deliciosa máscara de elegancia y cinismo, celos envidias, complejos, dramas, ambiciones, miedos… de forma absolutamente natural, enlazada y de una manera muy inteligente en el texto de Anton Burge y acertadísima dirección de Carlos Aladro.
En una preciosa escenografía de camerinos enfrentados y un estilismo acertadísimo en toda la propuesta, vemos como espectadores privilegiados, reflexionar, criticarse aceradamente, atacar la una a la otra sin interactuar pero con un muy conseguido juego de diálogos y réplicas que no lo son, salvo en breves momentos donde ambas coinciden, como en la famosa (spoiler free) anécdota del peso muerto. Actúan, sobre todo, para ellas y la otra, una representación continua, tanta es su pasión enfermiza por vivir su personaje, glamuroso, o auténtico, diva o real, siempre compitiendo, ambas añorando su época dorada pero matando por ser la última en pie. Nos enseñan sus miserias, sus recuerdos de mejores tiempos donde lo fueron todo y tenían a los magnates a sus pies, se lanzan pullas y como niñas pequeñas buscan fastidiar continuamente a su íntima rival.
Lo menos mejor: quizás si no conoces algo de la historia real puedas no entender algunas de las pullas o referencias.
Lo mejor: Goizalde Núñez capta la mezcla de inseguridad y capacidad de seducción de Joan, mientras que Yolanda Arístegui lo tiene algo más difícil como Bette, y rezuma la mala leche de la original.
En resumen: ideal para quienes gustan de chismorreo clásico a lo Capote, el cine clásico, divas decadentes, el Hollywood dorado… en una cautivadora propuesta teatral con humor y el cínismo de las divas.