Ayer viví una experiencia única en Rock Circus y sé que es un espectáculo que no voy a olvidar en mi vida. Fue impresionante.
El show, que funciona como un reloj suizo, consiguió aflorar en mí emociones que no siento habitualmente. Cuando terminó no me lo podía creer: quería más. Es una vivencia que sé que no voy a experimentar en ningún otro lugar ni a través de ninguna pantalla.
Es un espectáculo en mayúsculas con unos profesionales circenses de alto nivel. Las cantantes y el cantante, con voces sublimes y junto a los músicos en directo, acompañaban los números con míticas canciones de rock.
Agradecí el descanso porque el show te pone en un nivel emocional tan intenso que, si no hubiera un momento para asimilar lo vivido, podría haber salido volando de la butaca del éxtasis que sentía.
Dejé IFEMA maravillada y con una admiración profunda por el ser humano y lo que es capaz de hacer cuando ama. Solo diré que si quieres vivir una experiencia intensa y única o salir de un lugar mejor de lo que has entrado, tienes que ir a ver Rock Circus.