Una maravillosa marcianada

RON LALÁ: Villa y Marte

RON LALÁ: Villa y Marte
19/04/2022

Que el talento de Ron Lalá es de otro planeta es algo que ya sabíamos, y ahora con su visita a su particular planeta rojo habitado por chulapos mutantes demuestran una vez más que no tienen límites ni siquiera más allá del globo terráqueo.

Villa y Marte no es solo un excelente sainete marciano, sino un sueño cumplido. Desde hace varios años, la compañía del limón alado deseaba poder hacer una reinvención ronlalera del género chico español. Por fin lo han hecho y ¡cómo lo han hecho!

Álvaro Tato firma la dramaturgia del espectáculo que rebosa ingenio y maestría. Escrito principalmente en verso, el texto está impregnado de múltiples referencias entre las que no pueden faltar Federico Chueca y del sainete costumbrista de Carlos Arniches, pero también del entremés barroco, del sainete dieciochesco, de la comedia de disparates y de la chirigota gaditana. Todas ellas a su vez se fusionan con referentes como Crónicas marcianas de Ray Bradbury, Guía del autoestopista galáctico de Adams o Marte rojo de Robinson por un lado, y por otro La Gran Vía, El año pasado por agua y Agua, azucarillos y aguardiente de Chueca y Valverde, La verbena de la Paloma de Bretón o La revoltosa de Chapí. Una creación dramática brillante que alcanza su culminación con lo que podemos denominar un diccionario marciano: la adaptación y creación de términos concretos para este universo llenos del característico humor crítico e inteligente ronlalero.

La dirección de Yayo Cáceres siempre eficaz y ágil caracterizada por la funcionalidad y la construcción de un espacio escénico metonímico. Ese cráter central que es también la plaza del pueblo, la prisión o la nave espacial. El color y las texturas que viajan por la gama de los rojos, naranjas y amarillos acompañan la creación de estampas plásticas con la luz y el vestuario.

La música en directo inherente a la poética dramática de Ron Lalá alcanza en este montaje el más difícil todavía. Los ronlaleros cumplen todos los requisitos para enfrentarse al sainete: son grandes actores, estupendos cantantes y excelentes músicos. Alejados de las instrumentaciones clásicas propias del género lírico y a través de timbres electrónicos con sintetizadores han creado un universo rítmico versátil y muy potente que está siempre a favor de la historia.

La calidad interpretativa siempre ha sido sobresaliente en todos los miembros de la compañía, y este montaje tan exigente explota al máximo la genialidad ronlalera en todos sus sentidos. Todos hacen de todo y todo lo hacen bien. Interpretan, cantan y tocan a la perfección y sobre todo desprenden un brillo escénico abrumador.

Villa y Marte es una propuesta original, divertida, fresca y muy viva que mantiene la esencia del sainete y de la compañía vigentes. Un viaje espacial para regresar a nuestra herencia más castiza y popular desde el ingenio, el talento y el amor por el arte escénico.

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