Este texto, escrito e interpretado por Àngela Palacios es un montaje está dotado de una intimidad extrema, donde comparte en buena medida con nosotros su dilema y reflexiones sobre ser madre, como serlo y las consecuencias que comporta.
Es un montaje de emociones, tanto por parte de la actriz como parte del público asistente.
Salve Regina nos traslada a la vida de Regina. Una Regina que no está bien. Desde hace meses un tic-tac le trastoca el ánimo, tiene un ruido que le ronda constantemente por la cabeza y que le hace una pregunta todo el rato: si quiere o no ser madre, y en caso de serlo, de qué manera lo haría … No tiene pareja estable, ni dinero para congelar óvulos, la Seguridad Social le cubriría la inseminación artificial pero… ¿quiere ser madre soltera?.
Ángela Palacios nos explica esta historia a través de diferentes técnicas teatrales, y en todos los momentos muy expresiva. Todo para explicarnos esta idea impuesta de tener un hijo sin pensar en nuestro ideal.
Tenemos un escenario donde predomina el color rosa, el de las niñas, el sentimental, la infancia y la inocencia de los más pequeños, pero además el color rosa del patriarcado y la idea de que las mujeres sirven para parir.
