Hay una lista de cosas que dicen que cada persona debería hacer una vez en la vida. Ya saben aquello de tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Bien, pues yo añadiría una cuarta y no es ni más ni menos que ver a José Sacristán sobre las tablas de un escenario. Ahí, en directo, donde su potente y característica voz es capaz de envolverlo todo, de atravesarte por dentro, de erizarte el vello.
Señora de Rojo sobre fondo gris es una verdadera carta de amor que Miguel Delibes escribió a su fallecida esposa disfrazada de personaje de una de sus obras. Un personaje ausente, pero totalmente presente en el recuerdo de Nicolás, el protagonista de esta bella historia, al que pone voz, cuerpo y corazón Sacristán. No creo que haya actor más acertado para transitar por este espectáculo. El texto es sencillamente una obra de arte, donde Sacristán controla el tempo, la acción y la emoción de una manera magnífica. Como plan para estas navidades o como plan para la vida hay que dejarse caer por el estudio de este pintor viudo que a través de su duelo realiza un retrato lleno de amor sobre su esposa, pero en lugar del pincel, usa la palabra.
Eso sí, procura ir con la garganta hidratada porque José Sacristán no lleva muy bien las toses.