Y frente a la austeridad de lo patriótico, «solo queda» acudir al humor. Esto hace, de una manera estupenda, Raúl Cortés y su compañía La Periférica, dando vida a Solo Queda Caer: una obra tan divertida como seria.
Tres personajes-«despojo» (como refiere el autor) se encuentran con la posibilidad de ascender de rango social, aferrándose a unas ridículísimas «migajas» de falsa potestad. Una comedia que caricaturiza el poder y la tradición española, denunciando el papel que estos le conceden a la cultura.
Una obra apoyada por una propuesta escenográfica sin mucha complejidad aparente, pero que funciona a la perfección, permitiendo llevar a cabo juegos de transformación. Asimismo, cabe mencionar el increíble labor interpretativo por parte de Cristina Mateos, Pablo Rodríguez y Sara Velasco, que habitan el escenario con una enorme compenetración y control de los tiempos; aspectos imprescindibles para divertirnos como lo hacen.
¡No desperdiciaría la oportunidad de verla!