Una sala a rebosar en un domingo por la noche. El reestreno en la Sala de Teatro la Cuarta Pared, Sólo un metro de distancia, comienza hablando de ese metro que podemos poner entre nosotros y lo que nos pasa, a fin de no tomarnos nada personal, ver nuestra vida en tercera persona. En definitiva, sufrir menos. Del ganador del Max en 2019 al mejor espectáculo revelación, Antonio C. Guijosa, el hilo argumental se construye sobre un maltrato a una niña ahora hecha mujer de manos de su propio padre. Dentro, su verdad está acallada, y su vida se va desmoronando conforme esos hechos de los que no puede desprenderse regresan a su cabeza una y otra vez. «Me han robado mi presente. Porque cada día renuevo lo que viví ayer». Mientras carga con ese pasado que ahoga, cuatro mujeres sobre el escenario conviven con esa experiencia acallada a través de los prismas de la incredulidad, la negación, la duda, la compasión, el apoyo incondicional, el alejamiento. El miedo al rechazo, el peso de las malas decisiones, la vida sigue su curso. Y mientras, en ese patio de butacas hipnotizado por un trabajo dramático cargado de emociones y un texto divino casi mágico, la salida aparece cuando eres capaz de volver a tu cuerpo, salvar ese metro de distancia, y sufrir el dolor de tu propia historia con el único propósito de dejarlo ir.
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