El título Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra puede parecer un automandato feminazi contemporáneo para algunos, pero nada más lejos. Son palabras de inspiración bíblica. Eso sí, la dramaturga María Velasco, Premio Max a Mejor Autoría Teatral, se adentra en el feminismo y la ecología desde una perspectiva autoficcional para acabar conectando la violencia emocional y sexual con la violencia sobre el medioambiente.
Durante cerca de dos horas el público asiste al viacrucis de la NIÑA (brillante Laia Manzanares) hacia una madurez en la que ya se es consciente de la imposibilidad de liberarse de las raíces. La danza, la música y las artes plásticas y visuales se alían en una puesta en escena muy orgánica y atrayente, donde destaca la sugerente iluminación de Irene Cantero y Víctor Colmenero.
La puesta se siente, se huele, se sonríe a veces (los dramas siempre llevan aparejados sus buenas dosis de humor). El público está respondiendo con interés a este éxito del Festival de Otoño 2020 llenando cada día la Sala Cuarta Pared.