Todas las mujeres que habito es un unipersonal escrito e interpretado con gran destreza, creatividad y talento por Ángela Conde.
El espectáculo logra transmitir un abanico amplio de emociones y su protagonista, Soledad, encarna a muchas de las mujeres que son parte de su historia, de su presente, como dice uno de los personajes, «el presente siempre gana».
Una puesta en escena impecable, con pocos recursos escenográficos en donde la voz y el cuerpo son los protagonistas. Se destaca la versatilidad de la actriz que en un poco más de una hora, entra y sale de diferentes personajes, llevándonos a otros tiempos y narrando hechos que no sólo emocionan sino que nos hacen repensar muchas ideas que aún siguen vigentes sobre el rol de la mujer.
Dar voz para sanar heridas de un antepasado que grita y quiere ser visto, prestar el cuerpo para transmitir sentires que aún hoy están presentes. Escribir historias para recordar nuestras memorias, y así una lista infinita de cualidades por las cuales merece ser visto y escuchado este Unipersonal dirigido por Montse Rangel.
«Todas las mujeres que habito están en mí, me pueblan, me ayudan, y también me hacen sufrir, todas las mujeres que habito fueron nombradas como hijas de, hermanas de o nietas de algún hombre. Hombres que sí tenían derecho a ser nombrados. Hoy ha llegado el día, el día de contar su historia a través de la mía».