De lo que hacemos por amor

Todas las noches de un día

Todas las noches de un día
14/02/2020

Esta semana he podido tachar otra de las cosas que tenía en mi lista de “cosas-que-no-puedo-dejar-de-hacer-en-mi-vida”: ver a Carmelo Gómez en el teatro. Con disimulo, he borrado la marca de la lista después de hacerla para tener la excusa de volver a verlo…

En Todas las Noches de un Día nos encontramos son Samuel, un solitario jardinero que cuida un invernadero privado. Lleva 15 años al servicio de la casa y es feliz con la única compañía de sus plantas y su señora, Silvia. Sin embargo, a Silvia hace ya mucho que sus vecinos no la ven.

El transcurso de la obra se centra en el interrogatorio que la policía hace a Samuel. Este interrogatorio se nos presenta en forma de monólogo, que Carmelo Gómez maneja con soltura, como resulta de una serie de preguntas que la policía (a la que no oímos) le va haciendo. El papel es un papelón (en el buen sentido). El personaje que Carmelo Gómez ha creado es maravilloso, a veces tierno, a veces apasionado, a veces ingenuo, desvalido, protector, tenso…

Ana Torrent, en el papel de Silvia, que aparece en momentos de flashback, deslumbra en los momentos dramáticos. Es una lástima que su papel sea más corto y tenga que condensar el desarrollo del personaje.

En un día como hoy, 14 de febrero, conviene recordar lo que seríamos capaces de hacer por esas personas que sentimos dentro, que forman parte de nosotros, sin pensar en las consecuencias. Y, lo que es más importante, conviene demostrarlo.

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