No se sabe bien a qué se viene cuando se viene a ver un musical llamado como la canción de Alphaville, pero resulta ser un espectáculo musical muy divertido, para un público familiar, aunque quizá guste más a mayores que a niños por la época de las canciones que van interpretando durante toda la obra. Por momentos, recuerda a la obra archiconocida La función que sale mal, con un humor muy visual de ese que siempre funciona, pero de repente sorprende con discretos números musicales que terminan siendo más emocionantes de lo esperado.
Desde los Beatles, hasta Miguel Bosé, pasando por las Spice Girls o Tequila, la función de Tricicle hace un tierno homenaje a lo que ellos llaman la sexta edad, con ancianos de más de cien años de protagonistas en un futuro imaginario donde todos parecen ser inmortales, aunque no sin las dolencias de la edad. El público se reía de principio a fin, aplaudía con cada número musical, y terminaba emocionado con el canto a la vida que es el mensaje final.
Todos ellos están espléndidos sobre el escenario, en la parte musical, instrumental, y sobre todo interpretativa. Ser viejo no debe ser nada fácil, y el elenco de Forever Young hace que lo parezca.