Los títulos con los que Tricicle bautizan a sus criaturas son breves y explícitos. “Hits” cumple con la tradición que, por ley de fertilidad, nos informan de que acaba aquí. Este neófito cierra la saga de una familia numerosa en la historia reciente de una España que sigue recorriendo un largo camino.
En este espectáculo no hay nada nuevo, ésa es su grandeza. Se reconocen gestos y guiños en cada dosis de este tratamiento de memoria colectiva que no tiene fecha de caducidad. En esta clínica de doctores familiares y amables no prescriben jarabes amargos ni pinchazos temibles. Este tridente de actores consigue la sonrisa y hasta la carcajada cómplices de un público que acepta el paso del tiempo con este cóctel de sabores y aromas de otros tiempos, pero siempre sociológicamente nuestros. Con su humor blanco y dulce pintan otro lienzo más de este caleidoscópico retrato de una sociedad y una época, las nuestras.
Lo mejor: El humor incombustible a pesar del tiempo.
Lo peor: Nada. Son ellos mismos sin trampa ni cartón.