Basado en la película homónima, este musical ha llegado al barrio más castizo de la capital para ponerlo todo patas arriba. Es el plan perfecto si quieres salir del teatro con una sonrisa tonta. Romper clichés está de moda y esta obra recoge la estela de la película Barbie y lo utiliza en su favor.
Un espectacular cuerpo de baile y coro pintan de color las peripecias de una rubia cliché que aterriza por amor en la prestigiosa universidad de Harvard para estudiar Derecho y conseguir reconquistar a su novio. Esta aventura tiene una escenografía sencilla, que se apoya sobre todo en las proyecciones y en dos tramos de escaleras que se mueven a merced de la escena.
Me quedé con ganas de que Maia Contreras y su personaje tengan un musical para ellas solas. Me gustó la trama que protagonizan y me encantó su interpretación y calidad vocal.
En definitiva, energía, buen rollo, superación, entretenimiento, risas, autenticidad, confianza en una misma y, por supuesto, todo ello con una bonita historia de amor mediante y ¡perritos! Una fiesta que le gustará a todo el mundo.