Una rubia muy legal, el musical

Empezó la temporada y con ella nos han llegado un montón de musicales nuevos, que quizá la mayoría de nosotros no hemos podido disfrutar antes en vivo. Y aquí tenemos una oportunidad de oro increíble para disfrutar de uno de ellos. La premisa de Una rubia muy legal es sencilla: chica bien, rubia, guapa y aparentemente "tonta" tiene una relación ideal con su pareja, un chico guapo bien. Pero aparece el conflicto y el transcurso predecible de la historia cambia por completo. Una historia con mucho humor absurdo y también con mucha humanidad que nos ayuda a replantearnos nuestros propios prejuicios y a no juzgar un libro por su portada.

Un guión muy divertido con canciones pegadizas y unas geniales interpretaciones, en especial me gustaría destacar las de Lucía Ambrosini (Elle), José Navar y Anna Herebia. Pero todo el equipo de esta producción de Una Rubia Muy Legal brillan con luz propia.

En definitiva, hay que aprovechar la oportunidad de tener este musical en nuestra cartelera, así que ¡no os lo perdáis!

El Teatro La Latina se viste de color rosa hasta el último de sus rincones con la llegada de Una rubia muy legal, el musical. Confieso que no había visto la película y no sabía muy bien lo que me esperaba, pero sinceramente salí de allí gratamente sorprendida y cargada de energía positiva.

El musical Una rubia muy legal de la mano de la productora Sunset Entertaiment y bajo la dirección de Matteo Gastaldo está basado en la película 'Legally Blonde' que llegaba a España en el año 2001 con el mismo nombre. Trata de Elle Woods -Lucía Ambrosini- una chica rubia muy rubia, guapa, Miss Junio en el calendario de la universidad, presidenta de las Delta Nu y que en resumidas cuentas lo tiene todo, incluido un novio perfecto Warner Huntington III -Ricky Merino- del que espera que le pida matrimonio. Sus expectativas con él quedan anuladas en el mismo momento en que la noche de la supuesta pedida de mano, Warner la deja con la excusa de que ella no es lo suficiente formal y otras cosas que se dejan entrever como buena rubia platino que es. Esto a ella en vez de anularla y dejarla llorando por las esquinas, hace que luche por el que cree por entonces su amor verdadero, y realice el acceso a la Universidad de Harvard superándolo con nota sobrada para poder estar en la misma clase que su exnovio. Tras la llegada a la Universidad de Harvard, Elle demuestra que a pesar de las apariencias y los clichés que acompañan a las mujeres rubias y guapas, vale mucho más. En escena aparece Emmett Richmond -Iñigo Etayo- un buen estudiante que ha trabajado mucho para poder llegar a Harvard y que cuando nadie le da una oportunidad a Elle, él confía en ella y la apoya en todo momento para que saque y demuestre el potencial que verdaderamente tiene y consiga lo que quiere. También su esteticista de confianza y nueva amiga Paulette Buonofonte -Maia Contreras- la apoyará en todo momento en este camino.

La protagonista Lucía Ambrosini, realiza un trabajo encima del escenario digno de admiración. Tiene una voz impresionante, una interpretación impecable, realiza una perfecta ejecución de cada una de las coreografías del musical y todo ello, transmitiendo una energía infinita al público, buen rollo, mucho carisma y un brillo natural (no solo el de los zapatos, vestidos y demás complementos que la acompañan), haciendo que destaque en todo momento y no puedas apartar la mirada de ella. El resto del elenco que la acompaña no se queda atrás, y tienen todos y todas unas voces increíbles y realizan cada actuación y baile de manera extraordinaria. Incluidas están por supuesto Bruiser -Olivia, la perrita de Elle- y a la perrita de Paulette, que cada vez entran en escena el público se inclina en sus butacas para poder verlas mejor y solo se escuchan expresiones de quererlas achuchar. Todo ello acompañado de un colorido vestuario y magnífica puesta en escena, que te traslada a diferentes y numerosos lugares.

El musical de Una rubia muy legal está lleno de mensajes positivos, de empoderamiento, de no hacer caso a las apariencias, de confiar en uno mismo, de luchar por lo que quieres, de no dejarte influir por lo que los demás opinen de ti sin saber, que no cambies para gustar a nadie y seas tú mismo en todo momento...entre otros muchos mensajes que acompañados con momentos de humor, mucha vibra y energía de la buena transmitida por todo el elenco, hacen del musical 'rosa' una gran opción para pasar un buen rato de 125 minutos que merece la pena, y mucho. No te lo pierdas y te sorprenderá.

Esta semana he acudido al Teatro La Latina a ver “Una rubia muy legal”. Había visto la película por lo que pensé que tendría todo el tiempo el recuerdo de Reese Witherspoon, pero no fue así. El guión está muy bien adaptado y los actores consiguen atrapar al espectador con un carisma y unas voces fantásticas, arrebatadoras. Querría destacar las voces de Lucía Ambrosini,  Íñigo Etayo y Maia Contreras. Tres grandes descubrimientos, y a las chicas que interpretan los pensamientos de Elle. De 10.

La puesta en escena está muy cuidada y fiel a la película y las coreografías son fabulosas, pomposas, muy al detalle, propio de lo que se espera en ese mundo color de rosa, tan de moda actualmente.

El argumento era propio a la época de principio de los 2000. Típica historia de instituto americano, con chichés de los personales que se rompen según va avanzando el argumento, dejando la moraleja final de que las apariencias engañan y que todos podemos alcanzar los sueños.

La recomiendo, sin duda, si vienes a Madrid con amigas y quieres pasar un rato divertido y disfrutando de la comedia y de canciones alegres, irrisorias, picantes.

No la recomiendo para menores de 12 años.

Si te gustó la película te encantará este musical. La gran Lucía Ambrosini —que está fantástica— consigue la difícil tarea de que te olvides de verdad de Reese Witherspoon y disfrutes acompañándola en su periplo para recuperar el amor de Warner Huntington III, interpretado con acierto por Ricky Merino. Las canciones son muy pegadizas, poperas y motivan que el cuerpo se mueva en la butaca, queriendo bailar. El guion está muy bien adaptado al de la película, consiguiendo de una forma muy hábil y fluida ser fiel a la historia que nos cautivó en el filme.

Se agradece, además, que un musical tenga interpretaciones con sentido de verdad, algo que para mi gusto suele escasear bastante... Íñigo Etayo y Maia Contreras están también fantásticos y tienen un carisma y unas voces impresionantes. Las coreografías y la escenografía son vistosas y trabajadas. 

Una rubia muy legal, el musical es un montaje en el que abunda la comedia, con grandes temas e intérpretes de nivel. La excusa perfecta para echarte unas risas con las amigas, con un mensaje que empodera, te dibuja una sonrisa en la cara y con una temática muy actual.

"Una rubia muy legal" es un musical vibrante y optimista que te sacará una sonrisa. Si hemos visto la película o el musical de Broadway nos puede sonar la trama de antemano, y es que partiendo de un imaginario común en torno al mundo aparentemente superficial de su protagonista, Elle Woods, vamos descubriendo y rompiendo el cliché de lo-que-debe-ser-una-rubia-loca-por-la-moda. Asistimos a su cambio interno y al de su entorno, que debe romper los prejuicios hacia ella, en su paso por la carrera de derecho. El musical es fresco, inocente y divertido. Te encantará si compartes todo ese imaginario de glitter y fantasía que sale por los poros y contagia hasta el patio de butacas. Destaca la gran interpretación de su protagonista, la actriz Lucía Ambrosini, que tiene un dominio espectacular de la escena, el ritmo, vocalmente impecable e incansable en las coreografías. Un gustazo poder disfrutar del musical Legally Blonde en Madrid, donde disfrutar, reír, cantar y salir mucho más positivx.

Una rubia muy legal tiene varios argumentos para ganar el juicio a favor del SÍ: es un musical colorido, muy dinámico, brillante y divertido con un elenco que sorprende encabezado por una -más que sobresaliente- Lucía Ambrosini que deslumbra en baile, canto e interpretación. La chica barbie se come literalmente el escenario y consigue, desde el primer momento, "meterse al público en el bolsillo".

He de reconocer que me dejé sorprender porque desconocía las aventuras de Elle Woods en la prestigiosa Universidad de Derecho de Harvard. No había visto la película (lo sé, imperdonable) y en principio, no era una historia que me atrajera especialmente, sin embargo, algo tendría cuando millones de espectadores habían aplaudido este musical que había recibido varios premios internacionales. ¡Y vaya si me ha sorprendido! A pesar de lo extravagante y surrealista de algunos números y situaciones, las apariencias engañan y Una rubia muy legal es un musical capaz de mantenerte entretenido durante más de dos horas y deja algunos mensajes importantes que deberían calar en el público más joven: la importancia de ser uno mismo, creer en nuestro potencial como personas y no intentar convertirnos en lo que no somos; ni por amor ni por ninguna otra razón. Y si por el camino, rompemos clichés y prejuicios, ¡el viaje habrá merecido la pena!

Además del papel protagonista de la argentina Lucía Ambrosini, destacaría la interpretación de Maia Contreras como la estilista Paulette, cómplice de las aventuras y del viaje hacia la autenticidad de Elle Woods. Sin menospreciar a su compañero Emmett Forrest interpretado por el cantante y actor Íñigo Etayo. ¡Nos hicieron pasar una tarde estupenda! Tienes que ver Una rubia muy legal, saldrás cantando y bailando "Es su pasión"... ¡¡Es su pasión!!

La adaptación de la película de los años 2000 llega en forma de musical con 'Una rubia muy legal, el musical', una producción muy divertida, vibrante, juvenil y llena de energía positiva y mensajes necesarios para el público. Una historia que nos traslada hasta la Universidad de Derecho de Harvard en Estados Unidos, pero que no pierde el toque y humor españoles que nos hacen sentir como en casa.

Unas coreografías impecables, unos diálogos hilarantes interpretados por un magnífico elenco y una emocionante historia llena de empoderamiento femenino que rompe con los clichés y que anima a ser y creer en uno mismo pase lo que pase. Pero, sin duda, lo mejor de 'Una rubia muy legal, el musical' es su protagonista Lucía Ambrosini, quien parece haber nacido para interpretar a la única e incomparable Elle Woods. Espontánea, expresiva, auténtica, y con una ejecución impecable en canto y baile, Ambrosini se mueve como pez en el agua por el escenario y con sus compañeros y es imposible apartar los ojos de ella y de su magnetismo.

Otro punto a resaltar del montaje es su puesta en escena, muy conseguida y cuidada, que nos traslada de lleno a los diferentes emplazamientos como la universidad de Harvard, la peluquería o los juzgados. Secundarios como Iñigo Etayo o Flor Lopardo destacan por su gran calidad, y la presencia (única en teatro) de las mascotas de Elle y Paulette enternecen al espectador.

En resumen, 'Una rubia muy legal, el musical' tiene todos los ingredientes para ser un éxito: una historia divertidísima y empoderada, un mensaje positivo y necesario, unos intérpretes cohesionados que disfrutan en el escenario y una protagonista en estado de gracia.

 

Basado en la película homónima, este musical ha llegado al barrio más castizo de la capital para ponerlo todo patas arriba. Es el plan perfecto si quieres salir del teatro con una sonrisa tonta. Romper clichés está de moda y esta obra recoge la estela de la película Barbie y lo utiliza en su favor.

Un espectacular cuerpo de baile y coro pintan de color las peripecias de una rubia cliché que aterriza por amor en la prestigiosa universidad de Harvard para estudiar Derecho y conseguir reconquistar a su novio. Esta aventura tiene una escenografía sencilla, que se apoya sobre todo en las proyecciones y en dos tramos de escaleras que se mueven a merced de la escena.

Me quedé con ganas de que Maia Contreras y su personaje tengan un musical para ellas solas. Me gustó la trama que protagonizan y me encantó su interpretación y calidad vocal.

En definitiva, energía, buen rollo, superación, entretenimiento, risas, autenticidad, confianza en una misma y, por supuesto, todo ello con una bonita historia de amor mediante y ¡perritos! Una fiesta que le gustará a todo el mundo.

Después del éxito de Barbie, no hay mejor momento que este para que otra rubia (muy legal) llene de rosa los escenarios de la capital. Aunque aparentemente parezcan historias superfluas, dignas de adolescentes, bajo ese filtro de purpurina hay mensajes serios, de empoderamiento femenino y lucha por un mundo mejor.

El humor y la ironía son dos elementos principales en la obra y me gusta que, sobre todo, los veamos reflejados en las canciones. Hay escenas muy divertidas, como la de "Gay o italiano", con las que no puedes parar de reír.

La protagonista, Lucía Ambrosini, logra mimetizarse con Elle y consigue ganarse al patio de butacas con su voz, su carisma... ¡y sus bailes! Si algo destaca de este musical son las escenas corales con coreografías vistosas, llenas de ritmo, que hacen te quieras unir a la fiesta.

Y no puedo terminar la reseña sin destacar la labor de dos actores secundarios que, para mi gusto, están escogidos a la perfección: José Navar, el profesor Callahan, y Maia Contreras, la amiga peluquera. Dos personajes llenos de verdad que ayudan a que el musical brille con más fuerza.

Cada vez está más de moda llevar a los escenarios grandes taquillazos de la cartelera cinematográfica, especialmente americana. En 2001, la actriz Reese Witherspoon dio vida a la carismática Elle Woods, protagonista de Una rubia muy legal, película basada en la novela, del mismo nombre, de Amanda Brown. En la historia Elle es una rubia auténtica, muy popular y buena estudiante. Su vida es maravillosa hasta que su novio decide romper con ella debido a que es demasiado rubia y no lo suficientemente formal para su futura carrera en el mundo de la política. Decidida a reconquistarle, se matricula en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, asumiendo un reto aún mayor de lo que esperaba.

Una rubia muy legal, el musical se mantiene fiel a la trama de la película y ese es uno de sus aciertos. De hecho, se detiene en escenas muy divertidas, que consiguen afianzar el tono fresco de la propuesta. El musical basa su apuesta en dos aspectos que resultan todo un éxito: gran variedad de números grupales con música y coreografías muy bien ejecutadas y una actriz protagonista espectacular, que se come literalmente el escenario desde el momento en el que lo pisa.

Lucía Ambrosini hace un trabajo magnífico. Su presencia y fuerza escénicas son magnéticas, su calidad vocal y su interpretación son maravillosas y cuando baila transmite una seguridad, picardía y ejecución formidables. Ella sola se lleva el musical, porque está arrolladora, desborda carisma y talento a raudales.¡Es pura pasión! Muy merecido este papel protagonista para una intérprete con una amplia y sólida carrera en el mundo musical. El resto del elenco hace muy buen trabajo y muy equilibrado, y se aprecia muy bien en las escenas grupales. La presencia de las amigas en forma de coro es también una decisión de la propuesta que funciona muy bien y que favorece a lucir más el trabajo coral.

Una rubia muy legal es pura diversión e invita al público a desconectar y a dejarse llevar por la música y el buen rollo. Una obra que van a disfrutar mucho las personas que vivieron su adolescencia o primera juventud en los años 2000, viajando a esas canciones de pop pegadizas y frescas con coreografías a veces imposibles, y que nos hacen pensar en referentes de la época como Britney Spears o Beyoncé. Pero también es un musical para los adolescentes, jóvenes y adultos de hoy por su ritmo, sus letras divertidas y desenfadadas y su mensaje feminista y de aceptación personal. Si quieres pasar un buen rato sin mayor pretensión que la de disfrutar y salir bailando del teatro, tu plan te está esperando en el Teatro de La Latina.

 

Obra divertida, optimista y llena de energía, sin más… que no es poco. Más de 2 horas de colores, simpatía y, ni lo imaginaba, mensaje de confiar en nuestras posibilidades, sin importar lo que demás crean de nuestras capacidades.

Ellie Woods es una pija rubísima (la peluca es casi albina) que desafía, y vence, los prejuicios e imagen que se tiene de ella, yendo a estudiar Derecho nada menos que a Harvard. No se entiende mucho, sin embargo (ya supongo que todo viene de la novela y película) que con su intuición y perspicacia pase por esta aventura solo para recuperar al cretino de su novio que le ha dejado claro su nivel de estupidez…. Al tiempo, tiene mensajes de actualidad rabiosa, como el acoso sexual en el trabajo y cómo reaccionar. El mensaje llega muy potente y de forma natural.

Lucía Amborsini lleva casi todo el peso de la obra, más brillante en la parte vocal que en la de texto, contagia su optimismo y su seguridad tras la imagen de superficialidad. El resto de personajes más bien planos o con historias que interesan poco, como la de la peluquera, con correctas interpretaciones, donde sobresale el siempre solvente José Navar (Los puentes de Madion) e Íñigo Etayo (Anastasia),y algunos problemas de dicción o acento en parte del elenco. Musicalmente muy muy pop, melodías pegadizas y alegres pero olvidables, un número divertidísimo (Gay o italiano) que consiguen transmitir un buen rollo in crescendo y al final hay una explosión de alegría compartida, de evolución y crecimiento de Elle y cuánto nos alegramos. Y deberíamos aprender.

El título no acabó de triunfar en Broadway o Londres pero el recuerdo de la película es muy potente Visualmente, una fiesta de color rosa, coreografías muy diversas bien ejecutadas y un coro griego poco definido

Lo menos mejor: el efecto Grease. Actores lejos de la edad universitaria de los personajes.

Lo mejor: la reacción entusiasta del público, similar a la que se ve en Flashdance o Dirty Dancing y el mensaje positivo y alentador a ser independientes y perseguir lo que queremos.

Basado en la popular película homónima, esta comedia musical optimista y rosa se resume en:

Chica "rubia cliché" americana de clase alta es abandonada por su novio cuando este se marcha a la universidad con el sueño de un futuro entre la élite.

Chica "rubia cliché" americana persigue a su novio hasta la universidad hasta darse cuenta de que para triunfar no necesita ni novio elitista ni renunciar a sus propios gustos y de que saber de peluquería y moda puede ser determinante en la vida y llevarte al éxito.

Todo esto viene aderezado de ironía sobre sororidades universitarias americanas, Harvard, Cheer-Leaders, un coro griego, socios de bufetes de abogados o del cliché americano del concepto del europeo (como no distinguir a un italiano de un gay o a un polaco de un espía).

No es nuestra realidad, pero el público español lo hace propio desde el primer minuto. Lo hemos visto mil veces en pantallas de todos los tamaños. Es el gran triunfo cultural del cine americano: que un señor de Villaverde y una chica del barrio de Salamanca hagan más propio este universo exótico que el de la vida en un pueblo castellano.

La historia es puro optimismo bailable y cargado de energía (y comedia rosa chicle) y si en algún momento no hay comedia, si nuestra protagonista se pone trágica, ella rebaja la tragedia con la ayuda de su coro griego y bailón como Dios manda.

El teatro La Latina apuesta por una puesta en escena colorida y enérgica, de escenografía aparentemente sencilla y funcional,  con una plataforma y dos escaleras móviles y unas pantallas de fondo que proyectan las distintas escenografías con alta resolución, contribuyendo a cambios eficaces y muy coloridos.

El cuerpo de baile, intérpretes y coros completan la apuesta desbordando la escena con coreografías corales cargadas de energía y, de nuevo, mucho color. Toda una fiesta.

La protagonista de este musical optimista y multivitaminado es Lucía Ambrosini, que canta muy bien, baila muy bien e interpreta muy bien, con una vis cómica trabajada y brillante, hasta meterse al público en el bolsillo con una facilidad envidiable. Un prodigio de energía.

En cuanto a la calidad del sonido, que es buena, desde las primeras filas del primer piso, donde yo vi la función, se percibía saturado en volúmen y agudos, lo que en los números de letra más acelerada, hacía que se perdiera algún detalle. Entiendo que sería un error puntual de la función a la que acudí, porque por lo demás, se trata de un musical de factura impecable.

La respuesta del público lo corroboró, con aplausos en pie especialmente entusiastas con la protagonista y su amiga peluquera, Maia Contreras.