¿Por qué la película Una rubia muy legal se convirtió en un éxito de la historia del cine? Aparentemente podría parecer la típica comedia ligera, pero la realidad es que la trama fue pionera en Hollywood por su mensaje feminista. Una historia que se estrenó dieciséis años antes del movimiento #Metoo y que, a día de hoy, sigue siendo demasiado actual.
Tras el éxito de Broadway y los numerosos premios internacionales en el West End, el Teatro La Latina presenta por primera vez en España Una rubia muy legal, el musical. Dirigido por Matteo Gastaldo y con Lucía Ambrosini, Ricky Merino e Íñigo Etayo encabezando el reparto, el montaje podrá disfrutarse a partir del 29 de septiembre en la capital.
TeatroMadrid ha conversado con Ricky Merino acerca del montaje, su potente mensaje y sobre el proceso de ensayos.
¿Habías visto la película protagonizada por la gran Reese Witherspoon?
Sí, y es de esas películas que con el tiempo se han vuelto de culto. Lo que no había visto era el musical. Cuando me llamaron para audicionar para el papel de Warner Huntington III lo investigué y, como en España es la primera vez que se estrena a nivel profesional, tuve que ver vídeos en youtube. Me pareció que el montaje superaba el filme.
En menos de dos meses hemos sido espectadores de Barbie, la película de Greta Gerwig y del caso Rubiales. Hace 22 años del estreno de esta historia pero sigue siendo muy actual, ¿no crees?
Totalmente, lo hemos comentado muchas veces en los ensayos. Mientras trabajábamos veíamos cómo en la actualidad pasaban cosas que ocurrían en la historia de Una rubia muy legal, situaciones contra las que lucha nuestra protagonista. Observábamos el machismo y cómo el heteropatriarcado sigue imponiéndose ante la mujer todavía a día de hoy y reafirmábamos lo actual que sigue siendo esta historia aunque la peli sea del año 2001. Nos dimos cuenta de que es muy necesario que se representen montajes así, que la gente venga, se divierta pero que también reflexione. Este musical es espectacular, muy divertido y además tiene un mensaje muy importante.
El personaje de Lucía Ambrosini, Elle Woods, es una mujer que tiene que luchar en una sociedad en la que reina el heteropatriarcado y en la que a la mujer se le exige muchísimo. En la historia se ven los prejuicios que sufren las mujeres todavía a día de hoy.
¡Tú interpretas al antagonista! ¿Está siendo divertido?
Sí, ¡porque tiene momentos muy cómicos! Sobre todo, he intentado no juzgar a mi personaje. En Ghost por ejemplo hice al clásico héroe, era más fácil empatizar con él. En este caso mi personaje es todo lo contrario y era importante entenderlo. Es un chico muy egocéntrico que viene de una familia con mucho dinero en la que seguramente a los hijos se les exige mucho. Es interesante ver cómo él también ha sucumbido a ciertos patrones que marca esta sociedad. Al principio de la historia —que no es spoiler—, mi personaje deja a la protagonista porque considera que ella no es suficiente para él… Pero durante la obra sentirá que echa de menos la vida que tenía con ella. No es el típico malo, tiene mucho detrás.
«En la historia se ven los prejuicios que sufren las mujeres todavía a día de hoy»
¿Tu personaje podría equipararse a Ken en la película de Barbie?
¡Totalmente! El otro día hicimos un poco la similitud. Se parece mucho a Ken. Al Ken de la mitad de la película, cuando descubre que el mundo de los hombres le beneficia. Se cree por encima del personaje de Lucía Ambrosini y al final del montaje se da cuenta de muchas cosas…
¿Cómo ha sido el proceso de ensayos?
Muy divertido. Una rubia muy legal es un musical extremadamente divertido, nos lo estamos pasando muy bien. Ahora estamos con los ensayos más complicados, los pases técnicos en el teatro. Hay muchos nervios pero el ambiente es tan positivo y la energía del musical tan bonita… La experiencia está siendo muy fácil, muy sencilla.
Es un montaje muy femenino y las chicas del elenco, que son unas bestias escénicas, venían con casi todas las partituras ya aprendidas de modo que los chicos hemos tenido que ponernos las pilas para estar a su nivel. Esa motivación generalizada ha hecho que todo sea muy fácil.
¿Qué nos puedes contar sobre los temas musicales de la pieza?
Como la película no es un musical, las canciones del montaje son originales. Cuando un espectáculo funciona tan bien en Broadway y en el West End es porque, tanto el libreto como las partituras, son muy buenas. Las canciones son increíbles. Yo soy artista Pop, me encanta este género y el musical remite a este tipo de música. ¡Mi canción era precisamente mi favorita del musical! Así que estoy encantado.
Además se utilizan mucho los coros, todo el elenco canta y cada personaje tiene su momento como solista, no solo cantan los protas, algo que se agradece mucho en los musicales. La música acompaña totalmente la historia, no son canciones que están metidas porque sí para decorar. La música forma parte del texto y del acompañamiento.
¿Con qué tres palabras definirías este montaje?
Brillibrilli, sororidad y fuerza. Tiene muchísima fuerza. Lo que hace Lucía Ambrosini en el musical es titánico.
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