Me he vuelto a encontrar con este musical después de 21 años que lo viera en el Teatro Calderón. Recordaba una música brutal, unas interpretaciones vocalmente arriesgadas, un vestuario cañero y una escenografía potente. Y esta nueva versión mantiene todos estos elementos.
Me fascinó que cantaran en inglés (en antigua se tradujeron las letras) y la escenografía tiene mucha potencia y se integra genial en el teatro Príncipe Pío, que me parece un lujazo de teatro, moderno y cómodo.
Los músicos eran increíbles y las voces, fabulosas. Pero la historia sigue siendo un truño. (emoji carita caca, como dicen los Gaga) El espectáculo se salva porque la música de Queen sigue enamorándonos y no siempre es fácil ir de concierto y pillar una buena banda tributo. Además, si quieres ir con peques, les prefiero ahorrar los conciertos salpicados de codazos donde no suelen ver un carajo.
Claramente, hace 20 años no tenía unas gafas de color morado como las que tengo ahora… Pero es que, ¡telita con el texto! Ya que se ha hecho una revisión a los diálogos, yo habría aprovechado a darle un nuevo enfoque al personaje de Osborn, un claro ejemplo de «señoro» (aunque disfrazado de hippy) que fuera del teatro llevaría a sus espaldas más de una denuncia por acoso sexual.
Si tuviera algún sentido su comportamiento, si justificasen dramáticamente sus faltas de respeto (y lo que creo que son agresiones), pues adelante. El teatro también es denuncia y tienen cabida este tipo de expresiones. Pero es que no le vi justificación alguna, más allá de la de hacer el gilipollas buscando un par de ¿chistes? del nivel de las pelis de la época del destape (emoji vómito).
Se me ocurre que era buen momento para aprovechar y hacer que, por ejemplo, Scaramouche le pusiera en su sitio. No con un «anda, anda, gamberrete» como apenas sugieren. No. Yo cojo la motito y se lo llevo a la Killer Queen para que la haga morder el polvo, en vez de a Khashoggi.
Lo bueno, que el camino de vuelta a casa me dio para hablar laaaargo y tendido sobre este tema con mi peque, que también había cortocircuitado con algunos momentos de la trama.
En resumen, se disfruta, pero con moderación.
