Incómoda realidad

Sara Ruiz Sardón, Ferri Ballester, Jesús Redondo y Sergio San Millán son los protagonistas de yo, nunca. Una obra de las que sales del teatro y la cabeza te da vueltas y días después te siguen apareciendo escenas, conversaciones y gestos que te dan que pensar.
No sé expresar muy bien de lo que va la obra sin meter spoilers, pero tampoco podría, ya que en poco tiempo hablan de tantas cosas que creo que me quedaría corta, pero empezaré por algo sencillo.
El trabajo corporal del elenco es sublime, por lo que imaginar que con sólo un gesto, una mirada sin pestañear te pueda ofrecer más información que una conversación.
Hablando de esos diálogos que van de un tema a otro, pero en apariencia, ya que al finalizar la producción nos daremos cuenta, de que todo estaba pensado al milímetro.
Hubo momentos en los que me sentí realmente incómoda y me revolví en mi asiento, pero es que el sexo del que se habla en yo, nunca es doloroso, es cruel, es banal, es horrible.
Y si, creo que vivimos en una sociedad en la que se consume mucho porno. En las series y en las  películas hay sexo por doquier, explícito, y luego pasa lo que pasa, que muchos jóvenes y adultos lo quieren imitar y…
Una obra en la que me hubiese gustado levantarme y gritar ¡No! en voz alta ante muchas situaciones que nos plantean.
Al pasar de un tema a otro o de una escena lo hace de forma brusca y cuando ya estaba en el clímax o estaba centrada en ese instante, me sacaban de contexto, pero pensándolo de forma fría y más tranquila me da la sensación de que lo hacían de manera deliberada, ya que es como si quisieran dar a entender al espectador el daño que crea esa escena o esa metáfora del golpe.
Sara Ruiz Sardón, Ferri Ballester, Jesús Redondo y Sergio San Millán crean una sinergia preciosa y ellos como narradores son los que te dan la mano en un viaje turbulento, oscuro y desgarrador.