Hoy tengo una cita un poco especial. Ella no lo sabe, pero ya hemos coincidido antes en varias ocasiones. Cuando yo era pequeña vino a mi colegio a presentar el programa de Hugolandia, donde un duende pixelado conducía temerariamente un carro y debía sortear todo tipo de obstáculos para llegar a su destino. Un poco como la M-30 en hora punta, pero para niños. Más adelante, coincidí con ella cuando era azafata en El precio justo, donde sí me dejaron concursar y, sin querer, me gané una lancha (pero ésa ya es una historia para otro día). Hoy, por fin, la tengo para mí sola. Beatriz Rico estrena la obra Remátame otra vez, en el Teatro Victoria. Y desde Teatro Madrid queremos que nos cuente más sobre ella y sobre este nuevo proyecto que emprende.
Es la segunda vez que trabajas con Carlos Sobera como productor, ¿qué tal? ¿Te intentó buscar novio? ¿Os pagó la cena por lo menos? ¿Tendrías una segunda cita con él?
No me buscó pareja porque yo estoy casada pero si no, yo le diría, “Oye, Carlos, búscame algo”. No, pero mira, se nota mucho que él es actor. Hay una diferencia muy grande entre trabajar con productores que solamente son productores y el caso de Carlos, que es productor y es actor. Él sabe lo difícil que es esto y lo que te complica las cosas tener encima la presión de un productor. Y tengo que decir que esta función ha sido la que más semanas ha tenido de ensayos del mundo mundial. Ésta es una función con cinco actores en el escenario, muy complicada, como un mecanismo de relojería y Carlos confiaba y no presionaba nada.
El director, Alberto Papa-Fragomen, que tiene nombre de superhéroe gitano, ¿cuál es su superpoder?
Yo creo que tiene un montón, pero yo creo que el máximo es que nunca pierde la paciencia, y mira que hay veces que ha habido que repetir cosas mil veces, y jamás hubo una mala palabra de él, ni una voz más, ni siquiera un cambio de tono. Él siempre va con una sonrisa, con un buen rollo…que yo digo “¿Tú estás medicado?»
También puede ser el acento, que como el argentino suena tan bonito, a lo mejor te está echando la bronca y no te enteras.
No, no, es superzen. Yo creo que está espiritualmente en una pantalla a la que tú y yo no hemos llegado.
Me llamó mucho la atención tu personaje en la obra, Camila. Porque creo que tú también tienes un poco, un punto Camila, hierbas, horóscopo y demás. ¿Qué le pusiste al personaje de ti?
Es que yo soy Piscis y los Piscis, sí que somos un poco… Bueno, para la gente que no sepa, Camila es una diva de la ópera caída en desgracia y le ha dado por el mundo del esoterismo, de las energías, de los chakras y yo hago también cositas raras. Antes de salir al escenario respiro veinte veces, le pido a Fernán Gómez, por ejemplo, “Fernando, ayúdame, por favor”. Cada vez que digo “No puedo más, voy a estallar, ¿qué hago? ¿Estallo o respiro?, respiro”. Entonces tú al personaje le pones cosas tuyas para que sea creíble. Luego hay otras cosas que no. Es decir, ella es muy extravagante, muy exagerada, yo soy un pelín histérica a veces, pero no llego al nivel de Camila.
«Quiero hacer un musical en el Broadway madrileño, que es la Gran Vía»
Eres una mujer muy completa: presentadora de programas infantiles, escritora, has hecho cine, teatro, televisión, eres madre, estás en una banda de rock… Creo que te falta un podcast, la marca de perfume y ya eres Victoria Beckham. Dime, por favor, que no has conseguido hacer el cubo de Rubik nunca.
Ni unas buenas lentejas como las que hace mi madre. Mira, cuando yo era pequeña era de las que decía como Concha: “Mamá, quiero ser artista”. A mí todo lo que fuera el tema del arte me encantaba. Entonces, es algo que me gusta mucho, pero es que tampoco tiene mucho mérito, porque como es vocacional, sale solo. Para mí lo que tiene mucho mérito son los cirujanos que hacen una operación a corazón abierto y salvan vidas.
¿Y hay algo que tengas como cuenta pendiente? Algo que no hayas hecho nunca y te gustaría hacer.
Sí, voy a ver si aquí lo soltamos y sucede. Yo quiero hacer un musical en el Broadway madrileño, que es la Gran Vía. Pues por soñar… My Fair Lady. Bueno, o el que salga.
Dentro de todas estas facetas que tienes, eres bastante activa en las redes sociales y además abogas mucho por la vida sana. En un momento en el que con cualquier cosita que uno diga te pueden acusar de gordofobia, ¿cómo se le dice a la gente que hay que hacer ejercicio, que hay que estar en tu peso, que hay que comer sano?
Pues es muy fácil. Yo de entrada digo que para la salud mental es fundamental. Mira, es que yo soy voluntaria en un hospital y estoy con personas mayores y tú no sabes la diferencia que hay entre una persona que se ha movido, aunque sea nada más que trabajando en el campo, y una persona que toda su vida ha estado en una silla. Es brutal. Yo voy al gimnasio. Empecé a ir por esto, ¿vale?, porque tuve una época muy mala y fue mi salvación. Yo quiero ser autónoma toda mi vida y yo no quiero ver a mi hijo dentro de unos años empujando una silla de ruedas y para eso lo fundamental es hacer ejercicios de fuerza. Y aparte… porque nos gusta estar buenas, claro, pero eso son sus efectos secundarios.
Me ha dicho un pajarillo que eres medio hipocondriaca y justo en la obra se trata el tema del más allá. ¿Le tienes miedo a la muerte? ¿Qué crees que hay detrás?
¡Mucho! A ver…ahora, y sobre todo más desde que trabajo en un hospital, que estás más en contacto con la muerte aprendes a verla de manera diferente. Yo he visto en gente que se está muriendo cosas rarísimas que me dan esperanza, porque yo era muy escéptica de todo esto. Pero yo tuve una época en la que estaba muy obsesionada con la muerte y de hecho me bloqueaba muchísimo, lloraba mucho, la muerte de mis seres queridos, mi propia muerte, la muerte de alguien que veía en los informativos… Pero esto sería para dialogar horas y horas. La muerte me asusta, pero le estoy perdiendo miedo gracias a que la vida me ha puesto este voluntariado por delante y no me ha quedado más remedio que convivir con ella y he visto cosas que tú dices: “Pues hay algo”. A los compañeros de Remátame otra vez, en los primeros días de ensayo les dije: “No sabes lo bien que me viene a hacer una comedia de humor y misterio con muerto de por medio, porque nos estamos riendo realmente de la muerte y a mí eso pues me cura pedacitos de alma y me viene muy bien”.
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