Mara Jiménez no lo sabe, pero le he traído croquetas a la entrevista. ¿Por qué a ella? Pues porque se define como “Madre de Croquetas” y porque así tengo una excusa perfecta yo para probar unas nuevas de roquefort que he descubierto. Y porque me parece un simbolismo precioso de lo que ella siempre grita al aire: hay que ser feliz y auténtica, sin pararte a pensar en lo que se espera de ti. Y no vamos a engañarnos… la mayoría de la gente es feliz comiendo croquetas. Ella va a estar en el Teatro La Latina, desde el 22 de octubre hasta el 19 de noviembre los martes a las ocho de la tarde. Con su nueva obra Un amor particular y con las croquetas ya comidas de casa.
Mara, eres actriz, cantante, divulgadora, escritora… ¡De todo!
Autónoma. Lo debería definir.
Tienes también un proyecto que se llama Croquetamente y te defines como “Madre de croquetas”. Y yo, para hacer esta entrevista…
No te creo.
…he traído croquetas. No las he hecho yo, porque si queda mal que no sea mi culpa. Además, yo las hubiera hecho con la freidora de aire, que salen asquerosas.
¿De qué son?
Son de pollo y de roquefort, y nos vamos a comer las croquetas haciendo la entrevista.
Esto es una maravilla.
Nos traes tu espectáculo, Un amor particular.
Bueno, mío, mío… de un equipo maravilloso, que están todos en Barcelona. Y yo, de corresponsal aquí en la capital, esperándoles a todos. Comiendo croquetas.
No podéis perderos este espectáculo, porque aparte de que tiene pintaza, es que encima también tiene música.
Es una comedia musical. Sí, la verdad es que está súper entretenida. Le recomiendo a todo el mundo que venga. Tenemos cinco únicas funciones en Madrid, que le hemos puesto mucho amor. Llevamos ya un año dando vueltas con él, y nos hace mucha ilusión traerlo a Madrid. Porque tiene un mensaje muy bonito, además de divertido. Creemos que tiene algo muy amoroso, muy de acoger a la gente que viene a verlo. Y sabemos que la sensación que deja el público es esa, la de salir contento y feliz de haber venido, y disfrutando muchísimo del rato que pasan con nosotros.
Y habla de una historia de amor entre dos personas diagonalmente opuestas. ¿Los polos opuestos se atraen?
Bueno…habrá quien diga que sí…habrá quien diga que no… En esta historia, en este musical, pasa un poquito de todo, como en la vida misma. Alfonso y Valeria son dos personas de mundos completamente distintos. Y también hablamos de esa diferencia de clase, de cómo al final hay esa división también en la sociedad hoy en día. Y de cómo se conocen y parece que todo va a ir bien, y que esos polos opuestos se atraen, pero luego habrá que ver si esas diferencias…
En tu proyecto, Croquetamente, tienes contenido muy interesante sobre trastornos de conducta alimenticia, temas de gordofobia, de la presión que hay en las redes sociales para que las mujeres cambiemos nuestra imagen para adaptarnos a la imagen normativa. Es normativa pero tan subjetiva que cambia por épocas. Cuéntame de dónde salió esa necesidad de hablar de esto.
Yo creo que nace de mi necesidad de contar mi historia, de mi TCA, de todo lo que yo he vivido. Pero creo que al final es un grito que muchas personas necesitan alzar también. Creo que es la historia de muchísimas personas que han sufrido por la corporalidad que habitan y, al final, creo que es algo que es muy social también. Y que a todos nos atraviesa este sistema gordófobo y la presión estética a la que estamos sometidos. Es una pulsión que ha ido creciendo, porque hay esa necesidad de hablar de eso y de defender el derecho a existir y el derecho a tener una vida digna y una vida plena, independientemente de cómo seas físicamente.
Sí porque, según cuentas, la gente no rechaza a las personas con sobrepeso porque piensen que no sean sanas, hay mucha gente sin sobrepeso que come muy mal o que hace cosas muy insanas. ¿Dónde está para ti el punto exacto de cuidarse, independientemente del cuerpo que tengas?
Bueno, es que para mí el foco ya ha dejado de estar en la salud, en si una persona está sana o no está sana para que merezca un trato digno y de respeto. No voy por la calle preguntándole a nadie cuáles son sus hábitos. Yo entiendo que cualquiera merece respeto por ser un ser humano y por estar en este mundo. Entonces, para mí, el debate no está para nada en eso, en qué come cada uno, cómo se cuida… La salud se ve distinta para cada persona. No sabemos nada del contexto de la otra persona y, aunque lo supiéramos, no debemos juzgar al otro. Y tenemos que habitar nuestra corporalidad con la mayor paz posible, tomar las decisiones que sean más sanas para nosotras, para nuestra vida y para nuestro bienestar.
Hay una frase tuya que dice: “Ser auténtica es un acto de amor revolucionario”. Me recuerda al monólogo de la Agrado, en Todo sobre mi madre. ¿Te ves siendo una chica Almodóvar?
Hombre, pero ¿quién no? o sea… por supuesto.
¿Qué película hubieras querido protagonizar?
No te sabría decir una porque realmente… A ver, también pienso que también estamos en otra época, y que al final no sé en qué encajaría yo de lo que se ha hecho hasta ahora. Además, admiro a todas las actrices que han pasado por sus películas, y no me sabría encajar en ninguna. Porque las veo ahí y pienso que nadie mejor que ellas ha podido estar ahí. Pero por supuesto que me encantaría. Creo que es un estilo muy español, muy castizo, y me encantaría poder formar parte.
Bueno, no sé si estás viendo esto, Pedro…
Exacto.
Eres una persona polifacética, también escribes. Tienes dos libros, el que se titula Acepta y vuela no va sobre drogas ni Red Bull, ni nada de eso, ¿no?
No, para nada. Nunca me he drogado, ni lo haré. Soy abstemia, o sea, que no va de nada de eso. Va de la superación y de mi propio camino. Es un poco como esos primeros años de mi vida. De esa desconformidad corporal, ese bullying… Todo eso que nació antes de Croquetamente, que fue todo lo que ocupó mi vida, y un poco el desarrollo de superar todo eso y salir adelante y ser la persona que hoy se conoce. Es un libro que recoge los 8 episodios más importantes de mi vida y ese cambio, ese clic, con la intención de que la persona que lo lea pueda verse reflejada y encontrar esa propia motivación para mejorar su vida y sentirse bien con quien es.
¿En la obra de Un amor particular también hablamos de esto?
No, no. Esa es la grandeza. Y es algo que destaco mucho de gente que ha venido a verla, que ahí soy Mara Jiménez encarnando a Valeria, una chica actriz que está frustrada con la vida, que muchísima gente se va a sentir reflejada con ella, y que ese amor se desarrolla sin necesidad de pasar en ningún momento por el cuerpo de ninguno de los dos. Y también es algo que me gusta, porque sé que mucha gente que ha venido a verla sale con esa chispa. “¡Qué guay que hayamos podido ver simplemente a dos personas narrando una historia!”. Y es maravilloso también poder salir un poco de esa faceta mía de divulgadora y poder encarnar como actriz, que es lo que he siempre querido hacer y es mi vocación y mi profesión también.
Después de tu éxito en Gordas, y que tu caballo de batalla en las redes muchas veces tiene que ver con eso, con la imagen corporal, es peligroso que le encasillen a una, ¿no?
Sí, soy consciente de que, al final, cada uno podemos encarnar una serie de personajes. Mi corporalidad, mi físico, mi forma de expresar, obviamente, le va a ir mejor a unos personajes que a otros. Todo actor tiene que admitir que eso es una parte de él, que va a poder poner a favor de los personajes que encarne siempre. Sí es cierto que como actriz está bien que se te diferencie del papel que puedas tener en redes sociales o del mensaje que pueda nacer de tus valores, y que se valore tu arte, tu talento y lo que tú puedes hacer en escena. Entonces, sí, agradezco mucho que los dramaturgos, tuvieran en cuenta eso, que Valeria fuera un personaje abierto, que no tuviera nada que ver con su cuerpo ni tuviera que hablar de eso otra vez, sino que simplemente fuera una chica joven que vive en Lavapiés y que quiere contar esta historia. Creo que, al final, como público, también tenemos esa tendencia de relacionar a los actores con un papel. A mí tampoco me importa que me relacionen con lo que he hecho hasta ahora, porque han sido todo proyectos hermosos. Pero sí que agradezco mucho poder habitar otras esferas como actriz.
Dime un autor de desarrollo que te guste.
A mí me gusta mucho Alex Rubira. De hecho, le sigo hace mucho tiempo. Fue compañero de mi padre en los estudios y es una persona que me parece muy sensata. Me gusta mucho cómo habla, y me parece que tiene grandes enseñanzas que aportar. Tiene muchos libros y además en redes también es bastante activo. Lo recomendaría a él. Pero, sobre todo, daría la opción de que la gente tenga ese criterio propio, que desarrolle ese espíritu crítico. Como tú dices, hay muchísima gente hablando de este tema. Pues que sea gente que te llene el corazón con lo que dice y que te ayude, sobre todo. En el momento en el que veas que esa persona te culpabiliza de alguna forma de tu situación, es el momento de buscar otros referentes.
Y, por último, dinos una razón para ver Un amor particular que, con tan poquitas funciones, hay que ponerse las pilas, que seguro que las entradas vuelan.
Yo diría que estamos en un momento post-Covid que, aunque parezca que no, nos hemos quedado muy tocados de eso, y necesitamos disfrutar. Y si algo vais a hacer es disfrutar de las canciones, de lo que pasa en escena, de los dos personajes, que son dos caramelos, y que, además, seguro que se remueven cosas por dentro. El motivo es disfrutar. Ya está.
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