Enrique Piñeyro nos quita el miedo a volar con ‘Volar es humano, aterrizar es divino’

José Antonio Alba

Leer el curriculum de Enrique Piñeyro, creador e intérprete del espectáculo Volar es humano, aterrizar es divino que podremos ver en Teatros del Canal, impresiona y soprende a partes iguales. Además de ser actor, director y productor, es comandante de línea aérea e investigador de accidentes, con el añadido de ser reconocido como activista en derechos civiles que lucha contra la corrupción dentro de la actividad aerocomercial argentina.

Un cóctel que, a primera vista, puede desconcertar y que Piñeyro ha utilizado para construir un entramado de documentales, películas y espectáculos de los que se sirve para mostrar al público general aspectos que habitualmente le son desconocidos sobre el mundo de la aviación, apoyándose en sus experiencias. Unas veces para denunciar, como Whisky Romeo Zulú o Fuerza Aérea Sociedad Anónima, determinante en el cambio de la aviación civil argentina y otras como Volar es humano, aterrizar es divino para desmontar mitos y leyendas sobre la experiencia de volar y la fobia que le tienen algunas personas.

Después de cinco temporadas en el mítico Teatro Maipo de Buenos Aires, llega por primera vez a nuestro país con Volar es humano, aterrizar es divino, con el que Enrique Piñeyro se inspira en el «realismo dramático cómico» para dar forma a su espectáculo, donde habla, siempre con una finísima ironía, del miedo a volar de mucha gente realizando una disección del comportamiento humano en superficie para intentar erradicarlo, haciéndonos ver que en tierra hay elementos muchísimo más devastadores, como la conducción, los mosquitos o incluso nosotros mismos, que son más peligrosos para nuestra propia integridad física que el hecho de montarse en un avión y volar. A través de situaciones cotidianas, desmontando bulos y aplicando la comicidad, intentará contraatacar ese miedo.

Volar es humano, aterrizar es divino se divide en dos actos, el primero donde Piñeyro está acompañado por Fernando Margenet y Patricio González Ericsson, en el que nos adentraremos en el interior de una cabina de un Boeing 737-200, fabricado a escala real, desde donde viviremos el vuelo 052 de Avianca destino a Nueva York; una plataforma giratoria, acompañada de pantallas y cámaras, nos ofrecerá la posibilidad de ver el espectáculo desde diferentes planos y ángulos; y un segundo acto que está inspirado en el más puro estilo Stand-up Comedy. Un espectáculo de humor ácido que invita a la reflexión y que, según su creador, «toma la realidad vigente de una forma cómica».

Texto José Antonio Alba

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