Casa-miento es un obra escrita, dirigida e interpretada (ahí es nada) por Carolina África que conmueve desde la sutileza. Lo cotidiano se convierte en sueño potenciando el imaginario del espectador por la sensibilidad con la que está contado, África transforma fragmentos de vida en un acto escénico de una honestidad que vale oro.

Imagen de ‘Casa-miento’
A partir de un solo cuerpo físico en escena, África reconstruye una coral de personajes: abuela, madre, padre, parejas… un colectivo unido por complicidades de las que hace partícipe al espectador. Por un instante, me sentí como una cotilla que mira por el resquicio de la puerta mientras las confidencias suceden. El teatro de objetos, la modulación de diferentes voces y un inteligente uso del espacio nos transportan a un universo familiar donde late la verdad con un denominador común: el cariño.
Carolina África domina el espacio como una suerte de reina Midas escénica. No porque convierta en oro aquello que toca desde el artificio, sino porque hace brillar lo humilde, otorgando valor a lo mínimo. En sus manos, la materia cotidiana cambia de temperatura: un costurero, nos lleva a la infancia; el color negro abre un portal hacia generaciones enteras. Los sombreros nos rememoran a los que pasaron por nuestra vida y no se quedaron como protagonistas, reforzando lo etéreo también de lo íntimo.
Con la magia de una buena reina del misterio, Carolina nos envuelve en un recorrido de una sensibilidad extrema que nos lleva a un sinfín de emociones.
No se la pierdan:
