DEL 26 DE ENERO AL 11 DE FEBRERO EN EL TEATRO DE LA ABADÍA

‘Lagunas y niebla’: LaJoven estrena una mirada prismática sobre la guerra civil española

La compañía celebra su décimo aniversario con un espectáculo que aborda desde el presente la memoria histórica

Bea López
Imagen de 'Lagunas y niebla' de LaJoven

Julia Adun, Elisa Hipólito, Manu Imizcoz, Javier Fernández y Paula Feror protagonizan ‘Lagunas y niebla’.

Un reciente estudio evidencia que los jóvenes españoles desconocen su historia reciente. Confunden personajes, razones, lugares y fechas vinculados con la Guerra Civil. ¿Qué tienen que ver los adolescentes y jóvenes de hoy con el 36? ¿Ha marcado ese hecho terrible el presente de los que nacieron en la década de los 90 o en este milenio? ¿Puede la historia ser borrada? ¿Puede ser inventada?

José Luis Arellano dirige Lagunas y niebla, el nuevo montaje de LaJoven, que apuesta por abordar la guerra civil española desde el perspectivismo. El dramaturgo Paco Gámez firma un texto que cuenta desde la mirada presente de cinco jóvenes varias historias entrelazadas. El espectáculo propone un mapa amarillento de la península lleno de lagunas y de niebla, donde los límites entre el presente y el ayer se confunden, entre la realidad y la ficción, sobre lo político y lo íntimo.

Lucas, Inma, Yolanda, Macarena y Ronald se enfrentan en escena a los recuerdos que no tienen de una guerra que no vivieron. ¿Memoria histórica es lo que queremos recordar o lo que recordamos a nuestro pesar? ¿Qué haríamos los jóvenes si comenzase una nueva guerra? ¿Luchar por encima de vivir? ¿Morir por denunciar la injusticia? Estos son solo algunos de los interrogantes que surgirán de sus conversaciones.

El montaje podrá verse desde el 26 de enero hasta el 11 de febrero en el Teatro de La Abadía.

Lagunas y niebla: Un proyecto europeo liderado por LaJoven​

Lagunas y niebla nace dentro del marco ‘Paisajes de devastación’. Un proyecto internacional financiado por la Fundación EVZ alemana, que cuenta con la participación de los países de Grecia, Alemania, Ucrania y la propia España, representados por LaJoven. La propuesta surgió a partir de un encuentro casual. «A través del Instituto Goethe, de Madrid, nos dijeron que había una persona española, pero también alemana que teníamos que conocer. Entonces quedó David Peralto con Martín Valdés-Stauber. Se pusieron a hablar de proyectos que estábamos haciendo», cuenta Paloma Rodrigo, responsable de producción, coordinación de formación y sostenibilidad de la compañía.

En ese momento la compañía estaba volcada en el montaje de Praga, una obra escrita por Paco Gámez, que forma parte de un ciclo de obras de teatro donde LaJoven ha ido explorando la importancia que tuvieron los jóvenes, o el impacto que tuvo en los jóvenes distintos episodios de la historia como fueron la I Guerra Mundial, la II Guerra Mundial o el Holocausto. «Martin nos dio a conocer a la fundación EVZ, una fundación que centra su trabajo en proyectos educativos que contribuyan a reparar los daños del nazismo en Europa. Tras hablar con él, decidimos proponer un proyecto conjunto. Él nos puso en contacto con nuestros aliados en Alemania y en Grecia. Esto fue ya hace casi dos años», explica Paloma Rodrigo.

«Ha sido un proceso muy interesante que no tiene precedentes en la trayectoria de LaJoven», Paloma Rodrigo

En todos los países seleccionados lo colaborativo se ha usado como arma de resistencia ante la barbarie y la injusticia a lo largo de sus historias como sociedades y como naciones. El proyecto tiene como punto central el encuentro de jóvenes con su memoria y la de sus países, a través de talleres con el teatro como herramienta de colaboración, resistencia y memoria. «Ha sido un proyecto de un recorrido muy largo. Hemos hecho una investigación histórica y artística muy grande en paralelo con los otros países. Un proceso muy interesante que no tiene precedentes en la trayectoria de LaJoven», confiesa Paloma.

Lagunas y niebla es un texto del dramaturgo Paco Gámez, quien ha contado con la ayuda de Irene Herrero y Ana Rocío Dávila en la etapa de investigación y talleres, y con Martín Valdés-Stauber, dramaturgista del proyecto completo ‘Landscapes of Devastation’. «Yo estaba en Alemania en ese momento porque había estrenado un espectáculo allí, y estaba yendo a Praga en un tren cuando me llamó José Luis Arellano. Él ya me había hablado sobre un proyecto con Europa. Entonces me dijo: “Quiero que lo hagas tú”. Desde el principio me pareció una propuesta muy interesante de un gran proyecto que se ha ido armando muy poco a poco», explica Paco Gámez.

Lagunas y niebla: la guerra civil española desde la voz de aquellos que no la vivieron

El punto de partida del proyecto era una noticia que decía que los jóvenes alemanes y franceses sabían más de la guerra civil española que los jóvenes españoles. A partir de esta premisa valoraron cómo era más conveniente para el espectáculo realizar una labor de documentación previa que fue intensa, ardua y muy enriquecedora. «Desde el principio que presentamos el proyecto no queríamos que fueran producciones teatrales aisladas en cada uno de los tres países. Verdaderamente queríamos intentar hacer una investigación donde pusiésemos a los jóvenes en el centro. Nosotros teníamos que liderar la metodología y,  por eso, decidimos como parte del proceso de investigación realizar talleres con adolescentes y jóvenes, para hacerles partícipes de su historia, intentar entender también cuál era su mirada», explica Paloma Rodrigo.

Para abordar esta labor de investigación consideraron que era muy importante tener una visión deslocalizada, ya que el conflicto bélico que aborda el espectáculo no afectó únicamente a Madrid. Comenzaron en Gijón con el Taller de Escritura Teatral “Imaginando el pasado”, impartido por Paco Gámez e Irene Herrero, en el que 12 jóvenes de Asturias desarrollaron un trabajo de escritura creativa, a través de la memoria de personas de su entorno y sus recuerdos de la Guerra Civil en sesiones online y presenciales. «Cuando llegamos a Gijón nos llevamos la primera sorpresa: teníamos un grupo reducido de chavales, pero eran jóvenes que sabían muchísimo y tenían mucho interés en la historia. Una mirada muy limpia, mucho más limpia que la de los adultos», explica Gámez.

José Luis Arellano, director artístico de LaJoven, dirige el nuevo espectáculo de la compañía sobre la guerra civil española.

Meses más tarde, José Luis Arellano impartió en Madrid #ExperienciaLaJoven (La semilla inmortal), un taller para creadores escénicos con la participación de Alberto Granados Reguilón y Emma Weil en la música, Manuela Barrero en la coreografía, y Paco Gámez y Ana Rocío Dávila en la dramaturgia. Se trabajó a partir de posibles historias de hombres y mujeres en el contexto de la Guerra Civil por medio de  improvisaciones corporales, ejercicios de escritura, entre otros. «Fue un gran trabajo con el equipo de dramaturgia, de varias sesiones de trabajo de ver todo el material que teníamos y por dónde podía ir la historia», explica Gámez.

Paco Gámez ha dedicado largas horas de estudio e investigación histórica sobre el conflicto lo que le ha permitido profundizar en los hechos y hacer también grandes descubrimientos. «He encontrado una gran confusión absoluta de tantas cosas como que la democracia comenzó con Franco o que el golpe de Estado lo dio la República. Muchas cosas muy confusas que me llevaron a pensar: ¿dónde esta la realidad de todo esto?. Al buscar datos, en función del historiador que dé la información puede haber diferencias en la datación. Descubrí que no había objetividad clara en muchas cosas. Hice un gran proceso de documentación, de intentar ver qué datos podíamos coger y que estuviese todo recogido dentro de la pieza. Es el proceso más largo de escritura que he hecho», detalla Gámez.

Para el dramaturgo, la reflexión ha marcado todo el trabajo previo a la creación de la dramaturgia: «Otra cuestión que me planteé fue: ¿por qué la memoria histórica en España solo está defendida por la izquierda? ¿Por qué la derecha no habla de la memoria histórica? Creo que hasta que la Guerra Civil no se pueda mirar desde todos los bandos con cierta afectividad no se va a solucionar la herida».

Una mirada prismática para hablar de un conflicto que sigue generando resistencia y dolor

«Siempre que empiezo un proceso, para mí, hay una primera fase de desaprender: qué es lo que sé; qué es lo que realmente sé; en qué tengo un prejuicio muy concreto sobre algo, ¿realmente lo que asumo como realidad es la realidad? En este caso, al tratar sobre un tema que en España es tan delicado se ampliaban mucho las posibilidades de duda y de confianza de mi propio conocimiento», afirma Paco Gámez.

«Siendo nuestra historia, una de las cosas que tuvimos clara muy desde el principio es que queríamos que fuesen muchos prismas sobre la guerra, que no fuese una sola mirada o una sola historia», Paco Gámez

El reto era doble: tratar el conflicto bélico más importante de la Historia de España y hacerlo desde la perspectiva de unos jóvenes que no lo vivieron y que, por tanto, tampoco han generado recuerdos. «Siendo nuestra historia, una de las cosas que tuvimos clara muy desde el principio es que queríamos que fuesen muchos prismas sobre la guerra, que no fuese una sola mirada o una sola historia. No queríamos reducirlo a una sola experiencia porque había muchas», comenta Gámez.

Si bien esta decisión pudiera resultar conflictiva o incluso molesta para algunas personas, la verdadera razón encierra la propia esencia del hecho escénico. «Si vamos al teatro a reafirmamos sobre nuestras ideas la función no nos atraviesa. Queríamos ponernos en ese otro lugar que nos conflictúa con nuestra perspectiva. Hablar de lo otro y de todo para que sea un viaje de verdad. En el texto se presenta un espectro muy grande de posibilidades, y después de ver la pieza tú decides dónde te quieres colocar o qué punto de vista te parece incorrecto defender. Todos los personajes hacen un viaje desde lo que piensan al principio hasta dónde se colocan al final», explica Gámez.

El dramaturgo confiesa que ya en el proceso de investigación tuvo que enfrentar el cuestionamiento del propio tema del espectáculo. «También me he encontrado resistencia al tema: ¿por qué otra vez hablar de la guerra española? ¿Por qué hablas de esto ahora? Esa resistencia que hay en una herida histórica que tenemos, que tiene que ver con cómo se ha hecho la transición, cómo se ha hecho democracia y con el continuismo de la dictadura», explica Gámez.

El dramaturgo Paco Gámez firma un texto que ofrece una mirada prismática sobre el conflicto bélico.

Junto al perspectivismo, la otra idea que Paco tuvo clara desde el principio fue la de no hacer una obra historicista; quería evitar realizar una recreación de la historia. Para él era fundamental poder llegar al presente, esto es recoger qué es lo que trascendía para hacer un viaje desde el presente hasta el momento del pasado que se cuenta. Considera que esta idea le aporta mayor fuerza al propio acontecimiento histórico. «En la obra todas las historias están juntas ocupando un mismo espacio y obligándose a escucharse y a entenderse. Los hechos son los hechos, después de la guerra vienen muchos años de dictadura que sí suponen la victoria de un bando, la derrota del otro y una serie de consecuencias. Pero dentro de la guerra se pueden decir muchas cosas sobre los dos bandos, a pesar de que los datos muestran una gran compensación», explica Gámez.

Por otro lado, al principio la intención era enfrentar las dos miradas: los jóvenes que saben sobre la guerra y los que no saben. «Finalmente cuando empecé a escribir aposté por esta utopía de escribir sobre jóvenes que saben mucho sobre su pasado y estaban validados para saber sobre esto. Soy consciente de que no es del todo real. Y sí cogía una dimensión mucho más interesante», afirma Gámez.

Para LaJoven, que tiene una vocación pedagógica primordial, formar parte y liderar este proyecto internacional supone un gran reconocimiento a diez años de creación escénica. Lagunas y niebla es el espectáculo idóneo para celebrar el décimo aniversario de la compañía, que es ya hoy un claro referente teatral, muy en especial en el circuito educativo. «Creo que en este proceso hemos juntado todas las herramientas de creación que hemos utilizado estos diez años: talleres de investigación, participación de docentes, integrar la mirada de adolescentes, actores, historiadores. Todo el aprendizaje lo hemos volcado en este proyecto. Para nosotros, este proyecto ha supuesto definir una metodología y forma de trabajar que ojalá podamos mantener. Ha sido todo un reto maravilloso», confiesa Paloma Rodrigo.

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Escrito por
Bea López TWITTER

Periodista y filóloga hispánica que ha hecho de su pasión por la cultura y las artes escénicas su forma de vida. Creadora de contenidos editoriales de TeatroMadrid y redactora de la Revista TM.

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