El mismo equipo que nos hizo viajar por universos paralelos en Constelaciones, regresa a los escenarios con un thriller como La casa del lago del australiano Aidan Fennessy, donde la amnesia y los juegos de engaños llevarán al espectador a través de un entramado psicológico lleno de intrigas.
“Veníamos de hacer Constelaciones y queríamos seguir trabajando juntos. Fran puso sobre la mesa este proyecto, nos encantó el texto y nos lanzamos a ello” comenta Fernando Soto que nuevamente está a cargo de la dirección. “No es nada habitual estrenar en España un autor australiano” nos comenta Fran Calvo, que en esta ocasión comparte escenario junto a Verónica Ronda “De hecho se estrenó en el 2013 en Australia, pero no se ha hecho en ningún otro país del mundo”.
La casa del lago nos presenta a un hombre que se despierta en una habitación que no es la suya, una cámara le vigila, una mujer entra en la habitación y comienza a preguntarle, ha formado parte de un terrible accidente, pero él no recuerda nada. A partir de esta premisa parte este puzle psicológico que ahonda en la neurociencia y en el thriller. “Es un texto muy potente y un reto ponerlo en pie” comenta Fran Calvo sobre el montaje. Una producción en la que han estado trabajando cerca de tres años y que les ha llevado a investigar, ahondando en los fallos de la memoria y los temas neuronales, claves fundamentales dentro de la función.
Un propuesta que a priori puede parecer sencilla en su planteamiento, dos personas encerradas en un mismo espacio, se destapa lleno de complejidad gracias al entramado construido por su autor “Es un juego divertido cuando los textos tienen esa gran riqueza debajo, donde buscar y escarbar, porque esconden muchas cosas” algo que hace que, tanto Fernando Soto como Fran Calvo, piensen en Pinter e incidan en el interés que les despierta el teatro anglosajón “Queríamos dar a conocer otro tipo de dramaturgias (…) es verdad que los anglosajones marcan muy bien las pausas y los silencios” comenta Calvo sobre este tipo de teatro. “Escriben poca información obvia. La información está detrás y tienes que buscarla. Es una forma de escribir directa, escueta y que te da libertad para jugar” añade Soto.
Una puesta en escena que ha contado con Javier Ruiz de Alegría dibujando ese juego de luces y sombras que esconden las intenciones de sus personajes y que, como indica su director, “La luz tiene que hablar, que sea un personaje. Ayuda a que el espectador no desconecte”.
Con una estructura casi cinematográfica, La casa del lago aprovecha la disposición a tres bandas de la Sala Jardiel Poncela del Teatro Fernán Gómez para ofrecer al público tres miradas diferentes de una misma situación marcadamente claustrofóbica y con cierto regusto a Hitchcock y a Poe “Es un lenguaje muy directo, no hay grandes parlamentos” dice su director sobre la función. “Es un espectáculo que puede ser muy cercano tanto para la gente joven como para los aficionados al thriller” recomienda Verónica Ronda.
Texto y fotos José Antonio Alba
