Las amargas lágrimas de Petra von Kant −escrita febrilmente durante un vuelo entre Berlín y Los Ángeles y estrenada en 1971− pertenece al período más brillante de Rainer Werner Fassbinder. La obra de teatro, que al año siguiente se convertiría en película, fue elogiada por la crítica internacional por su estilizado retrato del des-amor romántico en un universo puramente femenino. El dramaturgo alemán, que revitalizó la herencia brechtiana con el melodrama norteamericano, despliega toda la artillería para hablarnos de la soledad y la dominación en esta historia de amor sáfico que crece en las elipsis y los silencios. Rakel Camacho versiona y dirige, con un pulso renovador cargado de imágenes, este clásico del repertorio europeo sobre las relaciones de poder, la obsesión enfermiza y la necesidad tóxica de vernos aceptados en los ojos de los demás.