El perro del teniente
Drama, Social

El perro del teniente

El perro del teniente es una obra de Josep M. Benet i Jornet con dirección de Pilar Valenciano.

Sinopsis

Un burdel. Un lugar donde se compran cuerpos, donde se venden almas, donde miradas cómplices asisten impasibles al espectáculo de la transacción de placer a cambio de dinero.

Un lugar parecido a un teatro.

Personajes sin nombre que son unos “cualquiera” en cualquier lugar del mundo. Una historia que se repite día tras día en innumerables rincones del planeta, con un denominador común: la miseria que obliga a una parte a ser protagonista y el abuso de poder económico, militar y de estatus que hace protagonistas a otros.

Un lugar parecido a una perrera.

Un espacio de encierro, de violencia, de sometimiento, donde se da rienda suelta a los instintos como si de animales se tratase, como perros que pugnan por la supervivencia sin amo, sin mano que les dé de comer, sin correa que los ate. Perros que odian su condición servil dispuestos a cualquier cosa para extirpar ese estigma de su carácter.

Un lugar parecido al mundo.

Un mundo que reivindique la dignidad, la humanidad, que rechace la violencia y el abuso de poder y que otorgue al ser humano la divina providencia de inventar y contar historias para ser mejores.

Una patera en la que aventurarnos al mar de la narración para sobrevivir y salvaguardar nuestra memoria.

Sinopsis

Un burdel. Un lugar donde se compran cuerpos, donde se venden almas, donde miradas cómplices asisten impasibles al espectáculo de la transacción de placer a cambio de dinero.

Un lugar parecido a un teatro.

Personajes sin nombre que son unos “cualquiera” en cualquier lugar del mundo. Una historia que se repite día tras día en innumerables rincones del planeta, con un denominador común: la miseria que obliga a una parte a ser protagonista y el abuso de poder económico, militar y de estatus que hace protagonistas a otros.

Un lugar parecido a una perrera.

Un espacio de encierro, de violencia, de sometimiento, donde se da rienda suelta a los instintos como si de animales se tratase, como perros que pugnan por la supervivencia sin amo, sin mano que les dé de comer, sin correa que los ate. Perros que odian su condición servil dispuestos a cualquier cosa para extirpar ese estigma de su carácter.

Un lugar parecido al mundo.

Un mundo que reivindique la dignidad, la humanidad, que rechace la violencia y el abuso de poder y que otorgue al ser humano la divina providencia de inventar y contar historias para ser mejores.

Una patera en la que aventurarnos al mar de la narración para sobrevivir y salvaguardar nuestra memoria.

Fotos y vídeos
Opiniones del espectáculo 1
  • Paula Martínez Sanz
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