Fácil y difícil. Entre estos polos opuestos se mueve el nuevo reto que Marcos Morau, director de la prestigiosa compañía La Veronal, se ha propuesto para su nueva creación Firmamento. Por vez primera y de manera explícita, el colectivo de Barcelona se interesa por crear una pieza dirigida al público adolescente. La parte fácil es que su universo conocido, siempre fantástico y visualmente potente, ya de por sí llamaría la atención de cualquier chaval.
El reto se complica si, como es el caso de Firmamento, quieren hablarles de asuntos adultos como lo que significa la pérdida y el dolor que conlleva, pero por otro lado, también parece lógico, porque el nuevo público a conquistar está en un momento de su vida no menos complejo y complicado, en una transición en la que deja de ser niño para ser adulto, mezclando razonamientos de mayor con impertinencias de pequeño.
Sinopsis
El espectáculo se posiciona sensorial, acudiendo al cine, la danza y lo teatral, convirtiéndose en una invitación a activar la intuición y dejarse llevar por la memoria y los sentidos, abrir un espacio fantástico que reafirme que aunque no lo parezca, hay muchas realidades posibles.
Morau sabe que es un desafío pero parece confiado en lo que le va dictando el adolescente que él mismo activa cuando crea las realidades de esos mundos insólitos en sus coreografías. «En tu cabeza todo puede pasar a la vez. En el multiverso no hay límites como tampoco los hay en las personas, en nuestras cabezas. Todos somos muchas personas que viven y luchan a la vez», ha declarado a propósito de su nueva propuesta escénica.







