Los gatos mueren como las personas es una meditación sobre dos de los más apremiantes estados humanos de la existencia: el aburrimiento y el deseo. Es también un homenaje al trabajo de dos de los artistas más sorprendentemente originales del siglo veinte.
Sinopsis
La obra de 1980 Quartet (Cuarteto) de Heiner Müller y la película de 1971 Warnung vor einer heiligen Nutte (Atención a esa prostituta tan querida) de Rainer Werner Fassbinder expresan una crítica radical de los sistemas de poder, tanto a nivel personal como institucional. Violencia, sociopatía, manipulación, control, imperialismo, corrupción, delincuencia sexual… son algunos de los temas centrales de estos dos trabajos artísticos. En Quartet, un hombre y una mujer se enfrentan en un juego de roles sexuales cada vez más teatral, mientras que en Beware of a Holy Whore los actores y el equipo de una película esperan en un hotel español a que llegue el dinero que les permita seguir rodando.
El trabajo de estos dos artistas alemanes corrobora de muchas maneras la devastación y el caos de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Escribieron obras e hicieron películas en las que se dirigían a la dañada psique humana después de que la persecución, la destrucción y la locura hubieran terminado. Así, las piezas de teatro de Müller tienden a parecer más textos fragmentados y desordenados que obras convencionales, y las películas de Fassbinder a menudo retratan ambientes claustrofóbicos emocionalmente cargados en los que los personajes parecen estar agotando los desenlaces de algún terrible juego final.
Me gustaría imaginar una representación teatral que utilice motivos de Quartet y Warnung vor einer heiligen Nutte para crear una obra nueva, Los gatos mueren como las personas. En este nuevo trabajo, cuatro intérpretes esperan sentados en el vestíbulo de un teatro al director de la obra en la que están en ese momento trabajando para continuar con los ensayos. La obra es Cuarteto. En ese ambigú también está presente el escritor, Heiner Müller, y una persona que atiende el bar. Según se van deteriorando las relaciones humanas dentro de este grupo de gente en un juego sociosexual, el director aparece de vez en cuando para despotricar contra las condiciones de trabajo en el teatro y la imposibilidad de materializar su visión de la obra.
La obra de 1980 Quartet (Cuarteto) de Heiner Müller y la película de 1971 Warnung vor einer heiligen Nutte (Atención a esa prostituta tan querida) de Rainer Werner Fassbinder expresan una crítica radical de los sistemas de poder, tanto a nivel personal como institucional. Violencia, sociopatía, manipulación, control, imperialismo, corrupción, delincuencia sexual… son algunos de los temas centrales de estos dos trabajos artísticos. En Quartet, un hombre y una mujer se enfrentan en un juego de roles sexuales cada vez más teatral, mientras que en Beware of a Holy Whore los actores y el equipo de una película esperan en un hotel español a que llegue el dinero que les permita seguir rodando.
El trabajo de estos dos artistas alemanes corrobora de muchas maneras la devastación y el caos de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Escribieron obras e hicieron películas en las que se dirigían a la dañada psique humana después de que la persecución, la destrucción y la locura hubieran terminado. Así, las piezas de teatro de Müller tienden a parecer más textos fragmentados y desordenados que obras convencionales, y las películas de Fassbinder a menudo retratan ambientes claustrofóbicos emocionalmente cargados en los que los personajes parecen estar agotando los desenlaces de algún terrible juego final.
Me gustaría imaginar una representación teatral que utilice motivos de Quartet y Warnung vor einer heiligen Nutte para crear una obra nueva, Los gatos mueren como las personas. En este nuevo trabajo, cuatro intérpretes esperan sentados en el vestíbulo de un teatro al director de la obra en la que están en ese momento trabajando para continuar con los ensayos. La obra es Cuarteto. En ese ambigú también está presente el escritor, Heiner Müller, y una persona que atiende el bar. Según se van deteriorando las relaciones humanas dentro de este grupo de gente en un juego sociosexual, el director aparece de vez en cuando para despotricar contra las condiciones de trabajo en el teatro y la imposibilidad de materializar su visión de la obra.
- Dirección:
- Dramaturgia:
Brenda Escobedo - Ayudantía de dirección:
María Caudevilla - Escenografía:
Adán Torres
Esteban Lazo - Iluminación:
Felipe Ramos
Edgar Calot - Sonido:
Christopher Knighton - Vestuario:
Vanesa Actif
Sandra Espinosa - Fotografía:
Luz Soria - Vídeo:
Christopher Knighton - Producción:
Centro Dramático Nacional