¿Quién mató a Sherlock Holmes?, el musical

No podemos escondernos: nos encantan los musicales y echamos mucho de menos el gran formato. Afortunadamente podemos encontrar en cartelera propuestas como ¿Quién mató a Sherlock Holmes? que sin duda nos ayudan a matar el gusanillo hasta que podamos volver a disfrutar de grandes ensambles cantando y bailando al unísono.

Las medidas actuales no permiten subir al escenario a este tipo de compañías así que este musical pone en escena a 6 cantantes con increíbles voces, cada uno de los cuales tiene su momento para poder lucirse y dejar al público con la boca abierta debajo de las mascarillas. Además los números grupales son divertidos y dinámicos a la par que pegadizos. Y por supuesto no podemos olvidar al mayordomo-pianista, quien desde su mutismo y vis cómica se convierte con facilidad en el personaje favorito de los espectadores.

Una estupenda idea la de llevar a escena a personajes tan míticos como Sherlock y Watson junto con el resto de su universo ficcional en una trama al más puro estilo Agatha Christie que mantiene al público en vilo intrigado con la resolución del misterio que se plantea. Algunos de los giros son muy sorprendentes y está lleno de guiños a los amantes de las historias del detective inglés.

No os preocupéis, por supuesto que no os voy a desvelar nada. Lo mejor es que vosotros mismos vayáis al teatro a disfrutar de estas estupendas voces y a descubrir por vosotros mismos, emulando a Sherlock, quién es el asesino.

Durante esta época de pandemia los grandes musicales -especialmente en Madrid- han tenido que bajar el telón. Mantener una producción que necesita llenar las salas para resultar rentable era prácticamente imposible. Por lo tanto, se necesitaban ideas… y creo que este Sherlock Holmes ha sido una de las buenas. Se ha optado por un musical de medio formato, por seis buenos cantantes e intérpretes -de lo mejorcito del momento-, por música pregrabada que se combina con un pianista en directo, y por una buena producción, a la altura de las circunstancias. El resultado es un espectáculo que funciona, que entretiene y que, seguramente, resulta viable en momentos como los que estamos viviendo.

¿Quién mató a Sherlock Holmes? está planteado como una especie de Cluedo musical, con todos los elementos del género y con una serie de tópicos que ayudan a crear la base de un misterio decimonónico. Se pone en escena a personajes que todos conocemos (Sherlock Holmes, Doctor Watson, Moriarty, Irene Adler…) y se crea una trama que va desgranando algunas sorpresas, a pesar de que a ratos se encalle un poco y esté más al servicio de las canciones que al revés. Y es que lo que realmente importa aquí es la parte musical, con unos temas que funcionan y que permiten el lucimiento de todos los protagonistas. Es cierto que hay algunas interpretaciones un poco estereotipadas, pero en los números musicales todo funciona de primera. Daniel Diges y Enrique Ferrer se entienden muy bien en sus roles antagónicos; Joseán Moreno aporta prestancia en uno de los personajes más misteriosos; Enrique R. del Portal crea un Watson simpático y convincente; Talía del Val seduce sobre todo con su voz y, finalmente, Julia Möller construye con gran acierto el personaje quizás más complicado de los seis.

Estamos, pues, ante un producto que funciona, a pesar de que no sea redondo ni pretenda ser el gran musical de la temporada. Intuyo que había unos objetivos muy claros cuando se decidió producir este espectáculo, y creo -sin miedo a equivocarme- que se han cumplido muchos de ellos.

La mecha de las grandes historias se enciende cuando nadie lo espera. Ocurre exactamente igual con los misterios. Y si hay alguien que sabe -y mucho- sobre ellos es Sherlock Holmes, el detective más famoso de la historia de la literatura.

Una noche cualquiera, en el Londres victoriano de finales del siglo, la niebla densa cubre la ciudad y, a la vez, oculta un misterio que estalla cuando cuatro desconocidos reciben la carta de un misterioso personaje: deben acudir a su mansión para descifrar un crimen. Pero no es un crimen cualquiera, sino el asesinato del archiconocido Sherlock Holmes. Y según la misiva, el autor será uno de ellos.

Allí se dan cita el Dr. Watson, fiel compañero del propio Holmes, Irene Norton, la señora Roberts y el profesor Moriarty. Ninguno sabe nada de los demás y entre todos deben descifrar quién de ellos es el asesino y por qué serían capaces de acabar con la vida del detective. Pero la tensión aumenta cuando allí, en mitad de ese juego macabro al más puro estilo Cluedo, aparece él: Sherlock, que se une a la investigación de un caso del que, muy a su pesar, es el protagonista principal.

Y todo ello ocurre en una escenografía muy evocadora que, desde que sube el telón, invita a entrar de lleno en esa época victoriana tan característica de las historias de Arthur Conan Doyle.

Si hay algo que destaca por encima de todo en esta puesta en escena, son las voces de todo el elenco. Son grandes profesionales del teatro musical y eso se nota. Hay canciones en las que algunos de ellos se lucen especialmente y dejan al teatro totalmente enmudecido. Y la música del piano en directo es un plus.

Talía del Val, Enrique Ferrer, Joseán Moreno, Enrique R. del Portal, Julia Möller y Daniel Diges dan vida a cada uno de estos personajes que te transportan a ese Londres misterioso que es, a la vez, inquietante y atractivo.

Aunque la obra en general es entretenida, hay varios momentos en los que la historia se ralentiza un poco más y puede llegar a perder fuerza. Pero hacia el final, como cualquier buen misterio, todo salta por los aires, desde el punto de vista narrativo, y te reconcilias con la obra. También destacaría que, a pesar de que Daniel Diges interpreta de forma muy correcta a Sherlock Holmes, el auténtico protagonista de este musical, ese papel le queda un poco grande, por una cuestión de edad y quizá, por la imagen que todos tenemos interiorizada del propio Sherlock.

“¿Quién mató a Sherlock Holmes?, el musical” es entretenido, evocador y... ¡misterioso! Y, ¿quién puede resistirse a un buen misterio? Pero, a veces, descubrir la verdad supone pagar un precio muy alto. Y precisamente ahí reside la magia de esta propuesta. Si quieren resolverlo, el patio de butacas y Sherlock Holmes les esperan.

La historia comienza al más puro estilo "Cluedo": En el Londres victoriano, 4 personas reciben una invitación a una misteriosa mansión donde les es comunicado por su anfitrión, que Sherlock Holmes va a ser asesinado esa noche por alguien que se encuentra en esa sala. Les ofrece 1000 libras por quedarse hasta la media noche. Todo se complica cuando, en un momento dado, aparece muerto el anfitrión. Es entonces cuando Sherlock Holmes hace acto de presencia ya que también ha sido convocado a la extraña reunión, pero 2 horas más tarde que el resto de los invitados. A lo largo de la noche cada personaje va descubriendo sus más oscuros secretos hasta que llegamos a un sorprendente final..... que no revelaré.

Todo esto a ritmo de musical de Broadway. Con música de Iván Macías (El Médico- El musical), letras de Iván Macías y Felix Amador y dirección de Iván Macías y Jose Luis Sixto y con 6 de las mejores voces del teatro musical en España, Daniel Diges, Talía del Val, Enrique Ferrer, Josean Moreno, Enrique del Portal y Julia Möller.

Una historia que ofrece comedia, drama y misterio, que irás a ver si te gusta la figura de Sherlock Holmes, pero a la que te engancharás por la energía de la música y la fuerza de sus actores, pero, sobre todo, por las enormes voces que se han reunido en este elenco.

Un buen plan para pasar la tarde y llegar a casa con un buen sabor de boca.

 

¿Quién mató a Sherlock Holmes? es un musical que tiene todas las papeletas para convertirse en el fenómeno teatral de estas navidades por muchos motivos que os iré enumerando.

El primero de esos motivos es la elección de la escenografía: aunque desde mi sitio no la pude apreciar del todo bien, debido a que estaba casi en la última fila y que las personas que tenía delante de mí, en las butacas, hablaban todo el rato y se movían constantemente, cuando podía apreciar los detalles del escenario, no podía dejar de mirar los cuadros (aunque no los viese del todo definidos), o el juego de luces o la escalera por la que los personajes suben y bajan, etc.

El segundo motivo es la elección de un elenco con amplia experiencia en musicales y con distintos registros que al unir sus voces en las canciones grupales crean un ambiente perfecto con una coral fantástica. Pero tengo a mis favoritos de ¿Quién mató a Sherlock Holmes? y son Julia Möller y Joseán Moreno, porque ellos hacen suyos a los personajes que interpretan y los llevan a su terreno constantemente. Tanto Julia como Josean crean unos personajes con muchas capas.

Daniel Diges,Talía del Val,Enrique Ferrer y Enrique R. Del Portal están muy bien cada uno en su papel, pero a veces unos se comen a otros en los dúos, en vez de complementarse; quizás eso sea porque los micrófonos en muchas ocasiones no funcionaban a tiempo o bien y no se escuchaba el inicio de una frase, pero son cosas del estreno y esto no va a desmerecer para nada a este musical, porque tiene los ingredientes perfectos para cautivar a grandes y no tan grandes. Además, las canciones son muy originales y la música del piano, en directo, es un aliciente más de este espéctaculo.

El tercer motivo son los giros de guión, un gran acierto para hacer que el espectador empiece a pensar en este caso especial de este detective tan famoso y de fama internacional.

Es un espectáculo familiar, pero si se va con niños muy pequeños, mirad desde que edad  es recomendable llevarlos a ver la función.

Otra de las cosas que me molesta en un teatro o en un cine es la impuntualidad. Entiendo que los metros, buses y otras cosas puedan suceder para llegar tarde, pero lo de ayer era una falta de respeto increíble; era un goteo incesante de personas que entraban al teatro con la obra empezada hace unos 15 o 20 minutos (miré el reloj, por curiosidad y porque me desconcentraba).

Pequeñas tonterías que pueden estar de más, pero me parece una falta de respeto por los actores y actrices que son grandes profesionales y eso no puede que a ellos no les desconcentra, pero al resto de espectadores, sí.