Pared con pared, historia sitúa al espectador casi dentro de la escena, como un testigo involuntario, y provoca una pregunta, ¿qué haría yo? o ¿qué es lo que he hecho en otras situaciones parecidas?. Las representaciones, altamente realistas, pasan por cuatro escenas donde el público acompaña a sus protagonistas y las distintas fases que un hecho así puede provocar.