Atrapadas en la ofi nos regala una de esas joyas que consiguen mezclar diversión, nostalgia ochentera y reflexión en un solo paquete explosivo. El salto a la Sala Cándido Lara no solo confirma el éxito de sus anteriores temporadas en la Lola Membrives, sino que eleva el espectáculo a una nueva categoría.
La premisa es sencilla —cuatro trabajadores encerrados en una oficina durante una tormenta—, pero el desarrollo es un festín de comedia, ironía y humanidad. Los personajes segurísimo que te recuerdan a compañeros de trabajo que todos hemos tenido: el jefe machito arrogante, la recepcionista inconformista y fiel defensora de sus ideales, la directora de RRHH que vive por y para el trabajo porque por dentro está vacía, el chico de los recados….
Mis aplausos al reparto. Ricky Merino despliega un carisma arrollador como el CEO que creemos odiar, pero que termina revelando vulnerabilidades. Paula García Lara aporta muy pero que muy buena chispa de humor. Candela Solé está brillante en el papel de una mujer con las ideas claras y Andoni García se gana al público con un personaje aparentemente secundario que acaba robando escenas.
Este formato XXL les queda muy bien, el fenómeno ya no cabe en despachos pequeños. Un espectáculo fresco que demuestra que la comedia inteligente y la música pueden ir de la mano, más si son hits de los 80. Si trabajas en una oficina y no te apetece ir al teatro para meterte en otra, no te preocupes que esta te va a gustar.