Fui a ver esta obra sin tener mucha idea de la trama. Sólo sabía que algunos de sus actores me sonaban de la película Campeones y que con eso ya me tenían ganada. La película la he visto varias veces porque es una de esas comedias que me hacen reír sin necesidad de esfuerzo. A parte de emocionarme porque la gente que no se queda con lo que se espera de uno sino, que siempre va más allá, me emociona y motiva a partes iguales.
Y ese espíritu es el de esta preciosa obra. Personas con capacidades diferentes que tienen un sueño común, dedicarse al arte. Me reí, me sorprendí y lloré. Salí del teatro con ganas de comerme el mundo porque es una de esas obras que invitan a soñar alto, a no quedarde con las ganas de nada. Ya lo dijo Jesús Vidal en su discurso en los Goya: Inclusión, diversidad y visibilidad. Y todo eso y mucho más es lo que representa este espectáculo que ha aterrizado en el teatro Marquina.