Casa de muñecas es una obra estrenada en 1879, considerada una de las piezas más importantes del teatro moderno, brilla con encanto propio y en la cual Ibsen se adelanta con destreza absoluta poniendo de manifiesto con una mirada crítica el rol que asume la mujer en la incipiente sociedad burguesa.
La adaptación de Eduardo Galán y la dirección de Lautaro Perotti es buena, logran el dinamismo que la profundidad de los textos exigen. Con escenografía giratoria nos transportan a la velocidad en la que suceden los hechos y nos retrotraen al universo de Nora, una mujer, esposa y madre que aparentemente lleva una vida feliz y tranquila con su marido, Torvald Helmer.
¿Cuáles son los derechos de una mujer en 1879? ¿Existe alguno?
La obra provocó un gran debate en su tiempo por su crítica a las convenciones sociales y el papel subordinado de la mujer en el matrimonio, y sigue siendo relevante en discusiones sobre el feminismo y los derechos individuales.
Un espectáculo que vale la pena ser visto, no sólo por los actores y actrices que están a la altura de la historia que están contando sino también para recordar una y otra vez que el universo femenino merece ser valorado y respetado.