Si uno sale de un teatro con una sonrisa en la cara, sintiendo que el mundo es más bonito y alegre que antes y encima has disfrutado de buena música y de unos cantantes y actores descomunales, no sé qué más se puede pedir.
Al mando Lluís Pasqual. Punto. Todos en pie. Grandiosa, optimista y brillante puesta en escena. Divertidísima versión en la que se ha cargado el libreto original y ha reconstruido una historia de recuerdos, radio, concursos y muchas, muchas, muchas ganas de vivir. Escenografía apabullante de Paco Azorín, la ORCAM sonando divertida y alegre bajo la batuta de Miquel Ortega. Y un elenco brillante, con un Borja Quiza absolutamente descomunal, cantando como dios y actuando de forma asombrosa. Grandísimo actor y fabuloso cantante.
Un espectáculo divertido y optimista, con el recuerdo como nostalgia amorosa y acogedora. Un grandísimo espectáculo que fijo que va a llenar OTRA VEZ el teatro de la Zarzuela.
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