Elegancia, sensualidad, belleza y deliciosa ejecución definen Chicago, un musical histórico y de referencia para los amantes de los musicales y, sobre todo del jazz, el cabaret y las historias de crímenes e intrigas. Un musical con un legado y un prestigio que provocan que cada nueva producción demuestre estar a la altura de su reputación.
La propuesta de SOM Produce lo logra y lo hace especialmente por su solidez. La música por definición en este musical debe ser excelente y así lo es la soberbia orquesta. Sin duda, uno de los mayores valores de Chicago es su brillante banda sonora cuya ejecución en directo resulta imprescindible. Junto a la música, el baile es protagonista. Las coreografías bien sincronizadas y fieles a los movimientos que demanda el estilo de música cabaretero son una maravilla. Destacar el gran trabajo de ejecución de los números grupales y de un cuerpo de baile que se desenvuelve en sincronía y con total manejo del espacio, en un escenario donde el movimiento está bastante reducido.
Y en Chicago no hay baile sin música y no hay música sin voz. Magnífica la calidad vocal de todo el reparto con especial mención a Inma Cuevas que destaca por su excelencia tanto en la parte cantada como en la interpretativa, imprimiendo muchísima personalidad. Y lo mismo sucede con Alejando Vera e Iván Labanda su gran solvencia escénica les hace brillar no solo en los números cantados, sino en el conjunto de su interpretación.
Chicago es una historia de asesinas llenas de glamour y sedientas de fama que, para todos los amantes del jazz, el cabaret y del musical clásico es sin duda una apuesta segura.