¿Volver a Chicago? ¡Siempre!

Chicago, el musical

Chicago, el musical
06/10/2023 - Teatro Apolo Madrid

Frívolas, excesivas, glamurosas, brillantes, capaces de todo por gustar y pendientes de crear un relato que convenza a su público diana, ese que las puede llevar al éxito o a la horca: así son Roxy y Velma.
Las irresistibles protagonistas de Chicago son influencers, asesinas, sí, pero mediáticas y magnéticas por obra y gracia de una jefa de prisiones corrupta e irresistible, un abogado seductor y mafioso, unos amantes poco fieles (y fiambres) y unos medios de comunicación voraces de novedades, morbo e impacto mediático.

Podría ser Madrid en twitter (me resisto a llamarlo equis) año 2023, pero no, es Chicago años 20 y el impacto del titular aún duraba unos días, no unas horas.

El musical Chicago es de sobra conocido por cualquier aficionado al género. Estrenado en 1975, su partitura es un clásico absolutamente irresistible cargado de temas brillantes, maravillosos, fijados en nuestra memoria.

A Madrid llegó en 1999, protagonizada por la mítica Angels Gonyalons, por Mar Reguera y la irrepetible Lía Uyá en el papel de la jefa de prisiones Mama Morton.

Se estrenó en el Nuevo Apolo y se repuso en la Gran Via, en el desaparecido Cine-Teatro Avenida (hoy una tienda más, en este caso de ropa funcional japonesa) cuando alguien pensaba que la Gran Vía, con todos esos cines reconvertidos en teatros, conformarían un Broadway manchego.
En ese escenario, acabando el siglo XX, se me grabaron a fuego los temazos de este musical.

Tras esa versión vendrían varias reposiciones, todas basadas en un montaje que da todo el protagonismo a la orquesta, pasándola del foso al escenario.

Chicago es un musical «serio» y exigente: las intérpretes y los intérpretes son prácticamente un cuerpo de baile profesional que canta, interpreta y baila al más alto nivel. No hace falta más.

Esta enésima producción que se presenta en Madrid, de nuevo en el teatro Apolo, cuenta con una orquesta fabulosa, un buen elenco y una puesta en escena que sigue el canon de la producción original, con  un director de orquesta que, como maestro de ceremonias nos presenta a cada personaje y cada situación o escena de la historia, dando paso a una serie de números bien delimitados para presentar la acción sin más efectos ni fuegos artificiales que una partitura maravillosa y un elenco afinado del que destaco una vez más a esa Mama Morton diferente que interpreta la irrepetible Inma Cuevas en un “debut” musical más que esperado. Brava.

Otros personajes secundarios como el irresistible Billy Flynn de Iván Labanda, el atribulado Amos Hart (Mr. Celofán) de Alejandro Vera o la beata Mary Sunshine de Alberto Bolea, dieron momentos maravillosos en  una función en que el  dúo protagonista, la Velma Kelly de Ela Ruiz y  la Roxie Hart de Silvia Álvarez estuvieron elegantes, precisas, y afinadísimas, acaso algo cortas de barrio y sobradas de elegancia y buenos modos.

A esta maravilla de obra de John Kander, Bob Fosse y Fred Ebb siempre hay que volver (ojalá también vuelva su  Cabaret algún día).

Volveré.

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