Muchos descubrimos a Mouawad en la versión de ‘Incendios’ que trajo a Matadero, o bien en la adaptación cinematográfica que Denis Villeneuve hizo de ese magnífico texto, una obra maestra que, como una tragedia griega, hurga en el horror más inconcebible y en su herencia.
Estos hijos del horror, los hijos de los hijos de «la mujer que canta», los herederos de aquellos que heredaron la sombra más negra, están presentes en «Cielos», la obra que cierra su tetralogía «La sangre de las promesas», que iniciara con aquella imborrable ‘Incendios’.
En «Cielos» Mouawad vuelve a hablar de violencia, pero en este caso de manera prospectiva. Habla de incomunicación entre generaciones, de heridas permanentemente abiertas, de encontrar violencia oculta en la belleza, de jóvenes que no saben acercarse a la belleza o que se sirven de ella para infligir dolor, resentidos con la generación de sus padres, a la que responsabilizan del legado de sangre y guerras en que han crecido.
La obra se centra en la investigación, desde un presente apocalíptico, tecnológico y claustrofóbico, de un futuro acto terrorista. Se centra en un grupo investigadores de la generación de los padres, tratando de descifrar códigos, ya estén ocultos en la poesía o en el arte, para evitar que se produzca un acto de terror más.
Mouawad es pesimista, pinta un futuro irrespirable, una tragedia griega más sin esperanza, pero en su lectura, Peris Mencheta deja un posible resquicio de aire y esperanza, en forma de graffiti de Banksy ¿o tal vez, ahondando en la hecatombe trágica, solo nos recuerda que alguna vez alguien soñó una esperanza ?
«There’s always hope» ¿o no?
La producción tiene una puesta en escena espectacular, con una escenografía monumental y bella y un diseño de iluminación eficaz y precioso, transitado por un equipo de magníficos intérpretes en plena forma para defender un texto exigente, complejo, y de ritmo endiablado, casi propio de cine de acción ( no entiendo que Villeneuve no haya hecho aún su versión cinematográfica, como hizo con Incendies)
Dos advertencias: por la altura de la escenografía recomiendo ocupar entradas de la fila 5 hacia atrás.
Cierto que las voces distorsionadas del principio de la función se escuchan con dificultad. Pongan buena atención