En Nave 10 Matadero, el público es testigo de un fenómeno poco común: un Eclipse que no oscurece, sino que ilumina. La propuesta escénica de Matías Umpierrez invita a adentrarse en un universo poético donde la luz y la sombra dialogan a través del cuerpo, la palabra, la música… y, sobre todo, la máscara. Concebida como una experiencia sensorial y emocional, la obra rompe las convenciones del espacio teatral para sumergirnos en una atmósfera íntima, cargada de belleza, misterio y reflexión sobre lo que se revela cuando todo parece desaparecer bajo una construcción superpuesta, un filtro o una armadura en la cara.
En Eclipse, la máscara ocupa un lugar central: aparece no solo como objeto físico, sino como símbolo y pregunta, inquietud y avistamiento de otra forma de observar y ser observado como sujeto. A lo largo de la obra, se exploran sus múltiples dimensiones —su recorrido histórico, sus significados cambiantes, su poder de ocultar y revelar y la manera en que condiciona nuestras identidades en función del contexto social, entre otros muchos aspectos—. La experiencia comienza con una frase tan desconcertante como reveladora: “Esto no es un asalto ni un secuestro en masa. Es algo peor: una conferencia.” Y es que Eclipse juega precisamente con esa ambigüedad entre obra escénica y performance, difuminando las fronteras entre el saber y la emoción, entre la teoría y la presencia viva del cuerpo en escena. ¡Imperdible esta temporada!