Divertida y profunda

El ciclista utópico

El ciclista utópico
28/04/2021

El ciclista utópico es una obra divertida y, a la vez, profunda. Logra que te rías de situaciones que te están incomodando y quieres que acaben.

Nos encontramos ante un texto muy bien pensado y ejecutado de Alberto de Casso, que ganó el Premio de Literatura Dramática Fundación Teatro Calderón de Valladolid en su primera edición de 2014, y que ahonda en el universo de las relaciones humanas usando el humor negro.

Tanto Fernando Soto como Fran Perea están estupendos. Ambos tienen mucho sentido de verdad en el escenario y se escuchan a la perfección. Sus personajes están muy bien trabajados y hay una gran armonía entre ellos. Aunque uno de ellos es claramente el antagonista de la obra, consiguen que acabes, curiosamente, cogiéndole cierto cariño… ¿Quizá también he caído en la trampa?

Es un texto que investiga la culpa, la bondad, el deber, la obligación, las relaciones tóxicas… ¿Ser demasiado bueno puede llevarte al abismo? ¿Ser bondadoso significa poner a los demás y sus necesidades por encima de ti? ¿Cuál es el equilibrio? Es la obra perfecta para explicar el refrán: «por la pena entra la peste».

Un muro de metracrilato viste la escena de una manera ingeniosa y no solo sirve para ubicar a los personajes sino también para mostrar esa barrera invisible que hay entre ellos.

Una obra que, sin duda, volvería a ver.

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